Análisis del Denon X3800H: el cerebro organizador del ocio en el hogar

El Denon X3800H cuenta con un mando a distancia algo plasticoso y complicado que da acceso a todas sus funcines.
El Denon X3800H cuenta con un mando a distancia algo plasticoso y complicado que da acceso a todas sus funcines.
Denon
El Denon X3800H cuenta con un mando a distancia algo plasticoso y complicado que da acceso a todas sus funcines.

Los receptores AV son los encargados de recibir todos los datos audio y vídeo y trasmitirlos al televisor y los altavoces para que el usuario disfrute de la mejor experiencia. A él se pueden conectar diferentes fuentes, como una videoconsola, una caja multimedia, un reproductor de música o el propio televisor. El AV será el encargado de descodificar toda la información de esos emisores y traducirla y enviarla a los altavoces y la pantalla.

El Denon X3800H es uno de los receptores AV de gama alta más completos del mercado. La mala noticia es es que no es barato –cuesta 1.700 euros–, ni sencillo de utilizar. En un mundo en el que el consumidor busca dispositivos ‘plug & play’ que funcionen con solo conectarlos, el X3800H es un disidente que requiere de la atención y el cariño del usuario para ser configurado a su gusto. A cambio, con unos buenos altavoces como los que acompañan a estas líneas, ofrecen un resultado con el que una simple barra de sonido no puede ni soñar.

A este Denon se puede conectar un sistema de hasta 11 altavoces y 4 subwoofers (11.4) y cuenta con la friolera de 6 entradas HDMI y 3 salidas, incluyendo las tecnologías eARC y HDMI 2.1, lo que lo convierten en el dispositivo perfecto para los amantes de los videojuegos, los cinéfilos y los más melómanos por igual.

Tiene también, por supuesto, conexión wifi y bluetooth y es compatible con los principales servicios de streaming de música como Spotify o Tidal, así como con la conexión Airplay 2 de Apple. Más compleja es la integración con Alexa y Google. Además está certificado para HDR 10+, Dolby Atmos, DTS:X y Auro 3D.

La calibración del sonido se puede realizar de forma manual, al gusto del oído del usuario, o usando el sistema automático Audyssey que realiza pruebas acústicas de cada altavoz en diferentes posiciones, a través de un micrófono, para medir las características de la sala y los altavoces y ajustar los parámetros y el volumen de cada parlante.

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