Unos expertos en ciberseguridad de S2 Grupo, una empresa de España, descubrió el año pasado que la mayoría de los "juguetes inteligentes" para los más pequeños más populares podían espiar de forma ilícita. Según desvelaron en una rueda de prensa en Madrid, los dispositivos podían usarse para robar datos personales, imágenes y sonidos, o las credenciales de los usuarios.
Los posibles riesgos de un juguete inteligente
La firma española afirmaba que, entre los riesgos más preocupantes asociados a juguetes que podían conectarse a Internet, estaba la opción de que se usase información del hogar para fines delictivos. Por ejemplo, explicaban que una tercera persona podía tomar el control remoto del aparato, interceptar las comunicaciones y llegar a usarlo para suplantar la identidad.
Los investigadores hicieron una demostración en vivo de cómo se puede interferir desde un ordenador en el control de uno de esos juguetes hasta tomar el control por completo del mismo. La suplantación de identidad, la manipulación, la divulgación de información privada o la denegación de servicios son algunas de las amenazas a las que más se exponen las familias con estos aparatos.
El director de la empresa, José Rosell, señaló que los niños y sus familias estaban desprotegidos. En sus advertencias de la rueda de prensa, reconocía que la mayoría de juguetes recopilaban muchos más datos de lo considerado como "razonable". Es más, apuntaba que este tipo de máquinas podía facilitar la localización del menor y la información se almacena en "nubes" que nadie sabe dónde están y que pueden ser gestionadas en países donde los estándares de protección de los derechos no sean equiparables a los de la UE.
Los juguetes inteligentes tienen su parte positiva
Pese a que los juguetes inteligentes puedan suponer un riesgo para la ciberseguridad del hogar, los investigadores hacen hincapié en la gran variedad de beneficios que suponen para los niños. Por ejemplo, hay aparatos de este tipo que pueden ser muy útiles para el aprendizaje, el entretenimiento o el desarrollo socio-cognitivo.
Los de S2 Gruco abogan porque los adultos se cercioren de que los juguetes que adquieren disponen de controles de seguridad para que los padres puedan establecer límites de tiempo, posibilidad de apagar el dispositivo por completo, y que se establezcan contraseñas de autenticación robustas cuando acceden a las redes. Además, es recomendable que los padres investiguen, lean reseñas y entiendan las políticas de privacidad antes de realizar la compra.
Ejemplos de juguetes inteligentes peligrosos
Los responsables de S2 Grupo compartieron en su presentación del estudio algunos ejemplos de juguetes inteligentes que habían descubierto que podrían ser vulnerables a ataques de delincuentes.
Uno de ellos era un oso de peluche pensado para el aprendizaje interactivo de los más pequeños de la casa. Con este juguete, los expertos en informática podían acceder a datos privados de un menor.
También mencionaron una muñeca que recopilaba información de forma masiva, incluidas conversaciones familiares. Según los profesionales de la marca española, estos datos eran compartidos posteriormente con empresas de terceros.
Los juguetes inteligentes, cada vez más comunes en los hogares, están equipados de micrófonos, cámaras, reconocimiento de voz, sensores de proximidad o transmisores de radio o Bluetooth, y otros elementos electrónicos. A veces, incluso disponen de herramientas de inteligencia artificial (IA), con capacidad de aprender y procesar información sobre el usuario y su entorno.
Soluciones ante la falta de seguridad de los juguetes
"La tecnología avanza a la velocidad de la luz; las legislaciones no", comentaba Rosell. Él consideraba que una posible solución podría ser colocar un "sello de calidad" (similar al "marcado CE") a los juguetes. De este modo, los padres podrían saber si cumple con los estándares de protección de la intimidad y de los datos personales y si salvaguardan la ciberseguridad.
¿Por qué es posible que se hackeen juguetes?
Apunta además que China, donde se fabrica el 80% de los juguetes inteligentes de todo el mundo, es uno de los países que recopila más masivamente datos provenientes de los dispositivos que están conectados a Internet. En muchas ocasiones, este tema ha sido noticia, sobre todo en el caso de TikTok, que muchos gobiernos han prohibido su uso porque, supuestamente, las autoridades chinas solicitan a las grandes empresas tecnológicas que compartan datos.
A diferencia de las normas europeas, en China no hay restricciones para que las entidades puedan recopilar información sobre registros de llamadas, listas de contactos, ubicación u otros datos de las personas.
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