El acuario cilíndrico más grande del mundo AquaDom ha explotado esta mañana por motivos todavía desconocidos. El mega acuario se encuentra en el interior del Hotel Radisson Collection (Berlín) y el reventón ha provocado que millones de litros de agua salada y 1.500 peces tropicales se esparciesen por el edificio y hacia la calle.
"El agua de este acuario se ha filtrado casi por completo, tanto dentro del edificio como hacia la calle Karl Liebknecht", ha declarado un portavoz de los bomberos. Aunque se desconoce la causa que ha provocado la explosión, la fuente ha detallado para la cadena regional RBB que se ha debido a la "alta presión del agua del acuario" y que se ha llevado "un montón de objetos por delante". Además, dos personas tienen heridas leves por astillas de vidrio y actualmente están en el hospital.
La presión del agua de AquaDom
Los cristales de los acuarios soportan grandes presiones de agua constantemente, por lo que suelen estar diseñados para reducir el riesgo de explosiones como la de AquaDom. En el caso de este mega acuario, fue construido con vidrio sintético y medía 11,5 metros de diámetro y 16 metros de altura y en su interior guardaba 900.000 litros de agua salada.
Según señalan varios medios de comunicación alemanes, las autoridades apuntan a que la rotura del acuario es consecuencia de la fatiga del material, aunque la investigación sobre la causa sigue su curso.
En concreto, los vidrios usados por AquaDom eran acrílicos, muy usados en los acuarios desde la década de los años 70. Este tipo de cristal es mucho más resistente que el tradicional, aunque para ello, se necesita una base más gruesa.
El vidrio acrílico soporta mejor movimientos sísmicos y temblores, altas presiones y puede sufrir flexiones sin riesgo de microfisuras y, comúnmente, se pegan con silicona, aunque también se pueden usar tensores alemanes, pero son más caros. Este tipo de material no evita que haya fugas o explosiones en los acuarios, sin embargo, hace que sean mucho más atípicas.
AquaDom fue inaugurado en diciembre de 2003 y su desarrolló tuvo un valor de 12,8 millones de euros. Hace poco estuvo cerrado durante dos años y medio por trabajos de renovación que costaron 2,6 millones de euros y reabrió en verano de 2020.
Durante esos más de dos años de trabajo, se renovaron las juntas de silicona y se limpió el fondo del acuario. Sin embargo, parece que esto no ha sido suficiente para que la megaconstrucción aguante la corrosión de casi dos décadas.
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