¿Permite la tecnología actual saber si hay chapapote a grandes profundidades?

Una persona observa la marea negra que llega a la playa de Muxía, días después del accidente del Prestige. Decenas de arenales gallegos se vieron afectados por el chapapote que acabó con la vida de miles de pájaros y muchas especies marinas.
Una persona observa la marea negra que llega a la playa de Muxía, días después del accidente del Prestige.
Jorge París
Una persona observa la marea negra que llega a la playa de Muxía, días después del accidente del Prestige. Decenas de arenales gallegos se vieron afectados por el chapapote que acabó con la vida de miles de pájaros y muchas especies marinas.

La catástrofe del Prestige cumplía este domingo, 13 de noviembre, veinte años. Aquel desastre sigue grabado a fuego en la memoria de todos como uno de los peores episodios medioambientales vividos en todo el planeta, pero especialmente en nuestro país.

Al margen de los no pocos conflictos políticos que supuso este negro episodio de la historia española, hoy todavía quedan dudas de si podríamos haber hecho algo más a nivel técnico para mejorar la situación.

En España disponemos de diversas empresas que fabrican tecnología capaz de alcanzar estos entornos de catástrofe: “Tenemos un amplio elenco de empresas navales, fabricantes de vehículos tripulados y no-tripulados. Aéreos, terrestres y submarinos (Unmanned underwater vehicles, UUVs). El problema, no obstante, reside en la inteligencia. La mayoría de estos robots tienen muy pocas capacidades autónomas y son máquinas teleoperadas por humanos”, informa Víctor Mayoral Vilches, de Acceleration Robotics.

En su opinión, “hace falta más que teleoperación para resolver en estos escenarios de catástrofe”.

Las huellas del 'Prestige'. Imágenes captadas durante la campaña oceanográfica realizada entre el 29 de octubre y el 2 de noviembre de este año por el subdirector del Instituto Oceanográfico de Vigo, Juan José González. Las manchas de hidrocarburos detectadas este mes en la zona en la que se hundió el petrolero Prestige pertenecen "casi con seguridad, a una grieta o a alguna corrosión" en el sellado del pecio, según el funcionario. Este lunes se cumple el cuarto aniversario de la llamada de auxilio del petrolero.
Las huellas del 'Prestige'. Las manchas de hidrocarburos detectadas en la zona en la que se hundió el petrolero Prestige.
Juan José González / EFE

Por su parte, las biólogas marinas Laura Volta y Verónica García del centro de formación veterinaria Nubika, explican que en la actualidad hay varias técnicas que se podrían utilizar en caso de un derrame de petróleo para minimizar el impacto, como las barreras de contención autoinflables, utilización de 'skimmers', sistemas dinámicos de recogida y limpieza, así como absorbentes marinos cuando el derrame es pequeño.

Los skimmers o desnatadores son aparatos que recogen mecánicamente hidrocarburos derramados en el agua. Estos pueden ser oleofílicos, es decir, que distinguen el agua de los hidrocarburos con cepillos, discos o tambor, o pueden ser de tipo rebosadero, con un anillo flotante.

Durante el famoso derrame del Prestige se usó esta técnica de DESMI BELT, que permitió la recuperación de hidrocarburo semisólido por control remoto. La bomba de tornillo DESMI de este skimmer no emulsiona el aceite con el agua, por lo que podía separar ambos elementos con decantación.

¿Se ha recuperado la zona?

El doctor en Biología, profesor de investigación y responsable del Laboratorio nacional de referencia para enfermedades de moluscos bivalvos, Antonio Figueras, fue llamado para formar parte del comité científico asesor para la catástrofe del Prestige, el único gallego en el núcleo duro de aquel grupo.

El Faro de Vigo le ha entrevistado y el experto afirma que "es difícil de saber" cómo ha ido la recuperación de la costa y fauna en Galicia después del chapapote. "Yo puedo hablar por lo que vi. En medio año, de diciembre a junio, en una playa de Cíes que estaba cubierta de fuel, estaba ya llena de mejillones: ya había comenzado la recuperación. Pero allí tampoco hubo un impacto tan grande como en zonas de A Costa da Morte, que además eran más inaccesibles para la limpieza". 

"La costa de Galicia es inmensa y tener una evaluación seria del impacto de la recuperación es difícil. Primero, porque no había un referente, un trabajo concienzudo de inventario de los recursos y de los ecosistemas marinos antes del Prestige. Supongo que la recuperación fue heterogénea: recordemos que había auténticas carreteras de fuel debajo del mar, que se dragaron. Se debería de haber creado un sistema de monitoreo continuo de testigos de animales y vegetales, para que, tras cualquier evento, se pudiera responder a esta pregunta", añade.

¿Hay chapapote a gran profundidad? El pecio no se ha vuelto a revisar desde 2007

El Prestige llevaba 70.000 toneladas, se vertieron unas 40.000 y se extrajeron unas 25.000.

El pecio -resto de una nave que ha naufragado- no se ha vuelto a revisar desde 2007. Recordemos que un año antes, en 2006, volvió a aparecer fuel procedente del casco y hubo que sellar de nuevo.

En la última revisión se veían manchas, asegura Figueras. "No estoy diciendo que vierta, pero que de vez en cuando echarle un vistazo estaría bien", subraya, matizando que "descender al Prestige, más que importante, creo que sería ético. Se podría hacer una campaña con un robot submarino y decirle a la opinión pública: no hay peligro. Se trata de ser transparentes con la sociedad".

Ante la pregunta de qué se debería hacer ahora con el barco, su respuesta es tajante: "Lo mejor que se puede hacer es no moverlo".

En una entrevista con EFE por el décimo aniversario, Demetrio de Armas, responsable de las expediciones del Instituto Español de Oceanografía a la zona del hundimiento, aseguraba que la tecnología disponible entonces no permitía conocer si quedaban restos de chapapote a grandes profundidades marinas en el área del vertido del Prestige.

"Habría que hacer un estudio a 300 o 400 metros de profundidad -para saber si la recuperación es total-, pero quizá falta tecnología. Se podría buscar debajo de la arena si han quedado grumos de chapapote, aunque a la vista de cómo se ha recuperado la pesca entendemos que no hay problema", comentaba De Armas.

En el momento del vertido, los análisis arrojaban que el contenido en hidrocarburos aromáticos eran unas 400 veces superior a lo permitido en percebes, erizos o mejillón silvestre (este último empleado como especie centinela). A los seis u ocho meses de la marea negra, "ya estaban igual que antes", concluía el científico.

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