Padre rico, padre pobre relata la historia de un hombre, el propio narrador de la historia, que tiene dos padres: el padre de su mejor amigo de la infancia, el padre rico, y su padre biológico, el padre pobre. Ambos padres guiaron a Kiyosaki a lograr el éxito financiero, con lecciones y enfoques muy diferentes el uno del otro.

En su obra Kiyosaki compara a ambos padres, destacando sus prácticas financieras y sus ideales:

El padre pobre es un señor educado y con estudios que carece de inteligencia financiera. Lo presenta como un padre común, que anima a su hijo a estudiar mucho para poder conseguir un buen puesto en alguna empresa importante. El padre pobre es defensor del esfuerzo y el ahorro, y ve a la educación como el medio para conseguir objetivos. El enfoque económico de este padre se basa en trabajar duro para poder pagar las facturas.

 El padre rico es un hombre que carece de grandes titulaciones educativas, pero con una gran astucia callejera. En contraposición al padre pobre, el padre rico tiene una mentalidad en la que en lugar de plantearse “no me lo puedo permitir” se enfrenta a la vida con la actitud de “¿cómo puedo permitírmelo?”. En el libro el autor relata como su amigo y el trabajan para el padre rico por un sueldo precario. El objetivo del padre rico con este salario era contagiarles el espíritu de que, si quieren ser exitosos, tendrán que trabajar para sí mismos en lugar de para otros.

El narrador expresa la suerte que tiene de tener dos padres, pudiendo aprender lecciones vitales muy importantes por parte de ambos. Aunque, como se puede intuir, financieramente aprendió más del padre rico.

El autor contrasta las opiniones de ambos padres, en valores como obtener una buena educación y cómo beneficiarte tomando el control de tus finanzas.