Se conoce como urticaria a las ronchas rojizas que aparecen en la piel por una reacción alérgica. Estas reacciones alérgicas provocan la liberación en la piel de sustancias químicas que hacen que la piel se inflame y se enrojezca.
Las principales causas de la urticaria son los alimentos, ya que muchos como el marisco, los huevos o la leche pueden provocar reacciones en personas con sensibilidad, algunos medicamentos como la aspirina, la penicilina o el ibuprofeno, alérgenos en el aire, que al respirar pueden causar además de urticaria síntomas en las vías respiratorias, factores ambientales como la luz solar o al vibración, o tratamientos médicos como trasfusiones de sangre.
Cómo saber si tengo urticaria
Normalmente la urticaria comienza a mandar señales de alarma cuando aparecen en el cuerpo ronchas rojas acompañadas de picor, que son los principales síntomas de esta reacción alérgica.
En cualquier caso, el diagnóstico de la urticaria se basa en una exploración física, el historial del paciente, y posiblemente pruebas médicas. En el caso de que la persona afectada muestre síntomas acentuados y sensibilizaciones en su historial, es probable que se le realicen diferentes pruebas diagnóstico, como punción cutánea o análisis de sangre para encontrar la causa de la reacción alérgica y así poder tratarla mejor.
Cuál es el tratamiento de la urticaria
En la mayoría de los casos, es frecuente que la urticaria desaparezca sola, aunque en casos muy extremos puede complicarse y derivar en alguna enfermedad respiratoria.
En caso de conocerse los factores desencadenantes de esta reacción alérgica, ya sea la ingesta de comida o de medicamentes, es importante evitar su consumo a modo de prevención.
Como primera medida de prevención lo habitual es comenzar con un tratamiento antihistamínico bajo supervisión de un médico. En caso de que las ronchas no desaparezcan se cambiaría de antihistamínico o se aumentaría la dosis.
Si la reacción alérgica persiste, se debería replantear el diagnóstico y el uso de corticoides sistémicos en un periodo corto de tiempo y siempre bajo prescripción médica. Si se trata de un brote de urticaria severo que no desaparece, habría que plantearse la utilización de otros fármacos que requieren ingreso hospitalario.
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