Remedios caseros contra los mosquitos

Llega el verano y las altas temperaturas, lo que hace que se incremente la presencia de mosquitos, sobre todo, en las zonas más cálidas y húmedas. Esto hace aumentar también el riesgo de sufrir sus molestas picaduras, para las que existen algunos remedios caseros. 

Estos están indicados para rebajar las molestias ocasionadas con las picaduras de los mosquitos, como el picor, el escozor, la rojez o el hinchazón. Así, se pueden elaborar con ingredientes fáciles de conseguir y completamente naturales.

Cinco tratamientos caseros

Aunque en el mercado existen numerosos remedios para aliviar los síntomas producidos por una picadura en la piel, también se pueden conseguir buenos resultados con remedios caseros y totalmente naturales.

Uno de los tratamientos naturales más sencillos es aplicar aloe vera, una sustancia que proviene de la planta del mismo nombre y que está recomendada para múltiples afecciones cutáneas, como quemaduras, picaduras de mosquitos y otros problemas. Esta posee propiedades antiinflamatorias, por lo que es perfecta para calmar el dolor, picor y escozor que pueda producir la picadura.

Además, siempre que se habla de remedios caseros para el cuerpo o el hogar, aparece el bicarbonato. Este es otro uso más de esta sustancia, que se debe mezclar con agua para aplicarlo sobre la picadura y aliviar las molestias.

También la albahaca es un remedio perfecto para las picaduras de los mosquitos, no solo para mejorar los síntomas causados por la picadura, sino también para ahuyentar los mosquitos y evitar que se produzca a picadura. Basta con hervir agua y añadir la albahaca para, después, aplicar con un paño el líquido frío sobre la picadura. 

El jabón neutro también es otro de los remedios caseros perfectos para relajar las molestias de las picaduras. Basta con lavarse la picadura con agua fresca y jabón, aclarando después. Esto, además, evitará que se den posibles infecciones en la herida.

Otra forma sencilla de acabar con el picor y el hinchazón es aplicar hielo en la picadura. Lo más aconsejable es no hacerlo directamente, ya que el frío intenso sobre la piel puede acabar dañándola. Así, es mejor envolver el hielo en un paño y aplicarlo de esta manera sobre la picadura.