¿Qué es la lipotimia? Estos son sus síntomas, sus causas y su tratamiento

La ciencia médica, que al fin y al cabo no es otra cosa que el estudio del cuerpo humano y su comportamiento, pone nombre también a los fenómenos más comunes y universales. Y, aunque a veces los términos técnicos pueden sonarnos más graves y preocupantes que sus equivalentes cotidianos, entenderlos desde un punto de vista científico nos puede ayudar a saber cómo actuar ante ellos y a preocuparnos sólo en la medida en que es necesario. La lipotimia, por ejemplo, es uno de estos eventos habituales.

¿Qué es la lipotimia y cuáles son sus causas?

La lipotimia, también llamada síncope vasovagal y síncope neurocardiogénico, es el nombre que recibe en medicina el desmayo común provocado por la reacción desproporcionada del cuerpo ante un factor desencadenante (como ver sangre o el estrés emocional).

El mecanismo que hay detrás es simplemente una disminución abrupta y drástica de la frecuencia cardíaca y la presión arterial ante el desencadenante, con lo que disminuye en consecuencia el flujo sanguíneo al cerebro y se da una pérdida momentánea de consciencia.

En la mayoría de casos, la lipotimia es inofensiva, no requiere tratamiento y no evidencia ningún problema serio de fondo. Sin embargo, en algunas instancias raras sí puede deberse a causas más graves, como afecciones cardíacas o neurológicas, por lo que es posible que el médico prescriba pruebas para descartar estos motivos en función de la idiosincrasia del paciente. En este sentido, se recomienda consultar con el facultativo después de una lipotimia.

¿Cuáles son sus síntomas?

Momentos antes de que se produzca la pérdida de consciencia, pueden darse una serie de síntomas o prolegómenos que la anuncian. Estos incluyen palidez, aturdimiento, alteraciones en la visión (estrechamiento del campo visual conocido como 'visión de túnel', visión borrosa, visión doble, destellos...), alteraciones auditivas (zumbidos, pitidos, sensación de lejanía con los sonidos ambientales), náuseas, sensación de calor, sudoración profusa, midriasis (dilatación de las pupilas), pulso lento y débil y movimientos anormales.

Durante la pérdida de consciencia, la persona que sufre una lipotimia a menudo cae al suelo por la pérdida de tono muscular. Esto es la causa del mayor peligro de este fenómeno, ya que existe el riesgo de lesión por la caída.

La recuperación es progresiva, pero comienza por sí sola pocos momentos después del desmayo.

¿Cómo se trata?

La actuación ante la lipotimia, en la mayoría de casos, tiene más que ver con los primeros auxilios en el momento del fenómeno que con el tratamiento clínico, ya que como hemos señalado este suceso no suele ser grave. Sin embargo, si en pruebas posteriores el médico detectase alguna patología, será necesario tratarla según corresponda.

A nivel inmediato, lo más importante es evitar el riesgo de caída acostando boca arriba o sentando con la cabeza entre las rodillas a la persona que comienza a sentir los prolegómenos de una lipotimia (si ocurre en soledad, lo más recomendable es acostarse boca arriba, aunque sea en el suelo). Aflojar las prendas o joyas ayustadas y elevar las piernas por encima del resto del cuerpo (no más de 30 cm) puede ayudar a aliviar los síntomas.

El siguiente paso es comprobar que la persona respira (en caso de lipotimia si hay respiración; si no la hay, estamos ante un problema más grave). Si no es el caso, es preciso comenzar con la maniobra de reanimación cardiopulmonar y alertar a los servicios de emergencias.

Tras un desmayo, hay que evitar que la persona afectada se levante bruscamente y lo ideal es que permanezca recostada entre 15 y 30 minutos, ya que de lo contrario corre el riesgo de volver a sufrir una lipotimia. Proporcionar agua o bebidas azucaradas ayuda a la recuperación.

Si no ha sido posible evitar la caída y se ha producido alguna lesión evidente hay que tratarla según corresponda, por ejemplo aplicando presión para frenar el sangrado si lo hay).