Generaciones de españoles están marcados por una vacuna en el brazo, ¿para qué es? ¿se sigue poniendo?

  • La vacuna de la tuberculosis, o BCG, dejaba una marca característica en el brazo.
  • El motivo está en la reacción que se produce después de administrarla por vía intradérmica.
Marca por la vacuna BCG, contra la tuberculosis.
Marca por la vacuna BCG, contra la tuberculosis.
Jorge París
Marca por la vacuna BCG, contra la tuberculosis.

Todos tenemos en nuestra familia a alguien que tiene una marca en el brazo producto de una vacuna que logró controlar la tuberculosis. Una infección bacteriana que se cobró muchas vidas desde el siglo XVI y que, aunque la infección no se erradicó por completo, la vacuna surtió su efecto.

Tal y como estamos viviendo ahora mismo con la Covid-19, en su momento la tuberculosis era una infección que causaba una muerte inevitable. Sin embargo, gracias a la vacuna esto cambió, al menos en España, pues "la tuberculosis es una de las 10 principales causas de muerte en el mundo", según la OMS.

La tuberculosis o la peste blanca

A la tuberculosis se la conoció, también, como la peste blanca. Se trata de una infección bacteriana que se contrae cuando una persona infectada tose, habla o estornuda. La bacteria Mycobacterium Tuberculosis ataca a los pulmones y provoca una tos severa, acompañada de fiebre, debilidad, escalofríos...

Los adultos que están en edades reproductivas corren más riesgos de que se complique esta infección que puede resultar mortal si no se trata adecuadamente. Por eso, la vacuna BCG fue muy importante para que la tuberculosis no se siguiese cobrando miles de vidas en todo el mundo.

¿Por qué quedaba la marca al poner esta vacuna?

Lo más curioso de las personas que recibieron la vacuna contra la tuberculosis, también conocida como vacuna BCG, es que tienen una marca en el brazo que llevarán siempre con ellas. El motivo está en la manera en la que se ponía este tipo de vacuna por vía intradérmica no intramuscular (la más frecuente).

Cuando una vacuna se aplica por vía intradérmica se inyecta "justo por debajo de la superficie de la piel", como explica el CAV, sin llegar al músculo. Al hacer esto suele salir un pequeño bulto, una reacción en el lugar de aplicación que parece una picadura de un mosquito. Pero esto suele empeorar.

Las personas a las que la vacuna BCG les ha dejado marca, tras la inyección y esa pequeña reacción ha aparecido una úlcera cuya curación ha sido lenta. A consecuencia de esto, queda una cicatriz que hace que las personas vacunadas contra la tuberculosis hayan quedado marcadas para siempre.

¿Se sigue poniendo esta vacuna?

En Europa Occidental esta vacuna ya no se pone, al menos no de forma sistemática. Pero sigue siendo obligatoria  en Hungría, Letonia, Polonia y República Checa, según el CAV. En otros países es opcional y solo se aconsejaría ponérsela en el caso de que tuberculosis empezase a agravarse.

Además, debe tenerse en cuenta que las personas con tuberculosis no deben recibir esta vacuna, tampoco los que ya hayan pasado la infección en algún momento de su vida. También se debe evitar durante el embarazo, a menos que el médico correspondiente lo recomiende. En todo esto, es bastante similar a la vacuna por la Covid-19 con la que estamos tan familiarizados hoy en día.

A pesar de que "más del 95% de los casos y las muertes se concentran en los países en desarrollo", según la OMS, la tuberculosis es una infección que se puede diagnosticar a tiempo y cuyo tratamiento funciona. Una infección cuya vacuna resultó clave, aunque dejó marcas para toda la vida.

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