Cinco remedios caseros para tratar las picaduras de medusas

Las picaduras de las medusas constituyen uno de los problemas más comunes entre los bañistas durante el verano, cuando aumenta la afluencia de los visitantes en la playa. 

Aunque las picaduras de este animal suelen tener síntomas que no necesitan de ningún tratamiento específico, la gravedad puede variar mucho entre unas personas y otras, dependiendo también del tipo de medusa.

Por ello, habrá que estar pendiente de la picadura y acudir al médico en caso de notar síntomas más graves, como presión arterial alta, dolor en el pecho, erupciones cutáneas importantes... 

En cuanto al tratamiento, el médico puede mandar antihistamínicos o analgésicos, así como pomadas o cremas para la piel. Sin embargo, para tratar las molestias se puede optar por algunos remedios caseros. 

Remedios caseros para tratar las picaduras de medusas

Cuando una persona se ve afectada por la picadura de una medusa, deberá revisar la picadura y extraer los tentáculos visibles con unas pinzas finas, en caso de que los hubiera. Después, hay algunos remedios que pueden aliviar los síntomas y molestias de las picaduras. 

Uno de los más comunes forma parte de los primeros auxilios y consiste, simplemente, en usar agua tibia para limpiar la piel, dejando la picadura en remojo durante unos 20 o 45 minutos y, de tal forma, aliviar el posible quemazón o dolor que causa. 

Por otro lado, al igual que sucede con otras picaduras, se puede utilizar hielo para calmar la inflamación cutánea que se puede producir. Hay que tener en cuenta que no se puede aplicar el hielo directamente sobre la piel, sino que se debe envolver en un paño o toalla. 

Igualmente, el bicarbonato es otro de los remedios caseros que se puede utilizar para la picadura de medusa. Solamente es necesario diluirlo con agua y aplicarlo sobre la zona afectada. 

El agua salada, como el agua del mar, es una buena solución natural para curar la picadura de la medusa, dejando de lado otras soluciones como el agua dulce, cubrir la picadura con arena o el vinagre, otros métodos muy extendidos pero que no están reocmendados por los profesionales.