Cinco recomendaciones para cuidar tu salud bucodental

Al menos "34 millones de personas en España tienen caries", así de tajante ha sido la Organización Colegial de Dentistas en España. Todavía no le damos la importancia que debiera a la salud bucodental y esto pasa factura con el tiempo. Las piezas dentales se pierden, aparecen problemas de sensibilidad o gingivitis, entre otros que se podrían prevenir para evitar gastar demasiado dinero en el dentista. Pues, esto está claro. Ir al dentista es caro.

Con motivo de la celebración del Día Mundial de la Salud Bucodental, recopilamos algunos de los consejos ofrecidos por la Sociedad Española de Ortodoncia y Ortopedia (SEDO). Si se tienen en cuenta todos los días, al final, se convertirán en un hábito y esto repercutirá positivamente en la prevención de determinadas enfermedades. La caries es una de las más comunes y además una de las más fáciles de prevenir con una buena higiene.

1. Corregir la técnica de cepillado de los dientes

El cepillado rápido no elimina toda la suciedad ni la placa de los dientes. Además de la técnica habitual, conviene hacer movimientos de arriba a abajo tocando la encía para arrastrar la placa hacia abajo. Así, además, los filamentos del cepillo se introducirán entre los dientes mucho mejor para eliminar cualquier resto de comida que haya quedado entre ellos. Aunque se pueda hacer eterno, el cepillado debe durar unos 2 minutos y no hay que olvidarse de la lengua.

2. Utilizar el hilo dental o un irrigador oral

A pesar de estar 2 minutos cepillando los dientes exhaustivamente, el cepillado siempre se debe complementar con otros recursos. Por ejemplo, utilizar hilo dental (como mínimo 1 vez al día) ayudará a eliminar cualquier resto de alimento que pueda haber quedado atrapado entre los dientes. El irrigador oral también ayudará a cuidar de la salud bucodental mucho mejor. Lo adecuado es usar este tipo de recursos adicionales principalmente por la noche.

3. Sustituir el cepillo cada 3 meses

Para cuidar de la salud bucodental el cepillo debe cambiarse cada 3 meses. Esto es lo mínimo, ya que debemos tener en cuenta que en él pueden anidar bacterias que terminen provocándonos un problema si estamos 1 año con el mismo cepillo de dientes. Además, la SEDO explica que en aquellos casos en los que el cepillo tenga las cerdas en mal estado, esto también es un indicador de que hay que cambiarlo. Así, podrá seguir siendo útil.

4. Cuidar la alimentación es clave

Las caries o los problemas en la boca pueden no tener nada que ver con el cepillado, si se hace bien. A veces, nos olvidamos de que la alimentación también afecta a la salud bucodental. Consumir alimentos ricos en azúcares o abusar del café puede deteriorar el esmalte poco a poco y alterar las bacterias que se encuentran en la boca. Cuando esto sucede, las posibilidades de desarrollar caries son mayores, a pesar de cepillarnos bien los dientes.

5. Revisar los dientes 1 vez al año

Hay determinadas afecciones que se nos pueden pasar desapercibidas y que pueden afectar a nuestra salud bucodental con el tiempo. Es por ello por lo que acudir a una revisión al dentista como mínimo 1 vez al año es algo necesario. Así, podremos detectar un problema de gingivitis de manera precoz antes de que se termine convirtiendo en una periodontitis, por ejemplo. No solo el tratamiento es más caro, sino que puede que haya problemas sin solución.

Solemos no darle la importancia que se merece a la salud bucodental, sin embargo, cuando los problemas aparecen recordamos que debemos cuidar nuestra boca y nuestros dientes. Como explica la Organización Mundial de la Salud (OMS), "la mayoría de los trastornos de salud bucodental son prevenibles en gran medida y pueden tratarse en sus etapas iniciales". Por lo tanto, mejoremos nuestros hábitos y visitemos al dentista 1 vez al año.