Todas las razones por las que hay que mantener un control inmunitario tras la Covid-19

  • Entre el 5 y el 10% de las personas vacunadas no desarrollarán seroconversión y tendrán una respuesta inmunitaria insuficiente.
La edad o los fármacos pueden afectar a la efectividad de las vacunas.
La edad o los fármacos pueden afectar a la efectividad de las vacunas.
GTRES
La edad o los fármacos pueden afectar a la efectividad de las vacunas.

No todas las personas desarrollan la misma respuesta inmunitaria frente a la vacuna. Como con todos los medicamentos, no todas las personas responden de la misma manera frente a ellos. Además, hay que tener en cuenta que las cepas actualmente circulantes que más predominan son la Delta y la Lambda, “más infecciosas y resistentes a las vacunas”.

“De esta manera, nos alejamos de esa cifra del 70% de población vacunada que en un primer momento se pensó que era necesaria para alcanzar la ansiada inmunidad de rebaño, haciendo preciso alcanzar una cifra superior de vacunados para poder hablar de inmunidad de grupo”, explica el doctor Antonio Moreno Villena, médico adscrito al Área de I+D+i de Quirónprevención, compañía de prevención de riesgos laborales del grupo Quirónsalud.

Eso sí, este experto celebra que, según los últimos datos registrados y compartidos por el Ministerio de Sanidad, ya son más de 35 millones los españoles vacunados y con la pauta completa frente a la Covid-19, es decir, más del 73,5% de la población, “un porcentaje muy positivo frente a otros países europeos que van más retrasados”.

Precisamente, una de las grandes dudas que ronda en torno a la vacunación frente a la infección del SARS-CoV-2 es cuánto dura la protección conferida por estas inyecciones. Moreno Villena reconoce en este sentido que “es sabido y así lo han reconocido los propios laboratorios”, que tras la inoculación de la vacuna se produce una pérdida de inmunidad con el paso del tiempo.

De hecho, recuerda que el propio Ministerio de Sanidad recoge en su documento de Información sobre la inmunidad frente a Covid-19 que, por ejemplo, la eficacia de la vacuna de Moderna, a partir del día 14 tras la segunda dosis, llegó al 95,6% para los de 18 a 64 años y del 86,4% para los de mayor edad; mientras que la eficacia entre los días 14 y 28 fue del 92,1%; además de que en los grupos de riesgo de padecer Covid-19 grave fue del 90,9% y del 94,4% para todas las edades y para los de 18 a 64 años, respectivamente.

En cuanto a la fórmula de Pfizer, señala que Sanidad indica que su eficacia transcurridos siete días tras la segunda dosis fue del 95%, y similar en menores o mayores de 55 años; en aquellos con patología basal llegó al 95,4%.

“En relación a la eficacia en función del número de dosis y el tiempo transcurrido fue del 86,7% para los que recibieron la vacuna ≥10 días tras la primera dosis y hasta la segunda y del 90,5% al día 7 tras la recepción de la segunda dosis. Se trata de una tendencia extrapolable al resto de vacunas y que hace que surja el debate sobre si será necesario una tercera dosis o ‘dosis de recuerdo’ masiva”, recalca el experto de Quirónprevención.

La seroconversión

Relacionado con lo anterior, el especialista llama también la atención sobre la seroconversión, un fenómeno que tiene lugar en nuestro cuerpo tras la vacunación: "Tras tres semanas de haber recibido la última dosis de la vacuna que le hayan inoculado (una única dosis si es la vacuna Janssen) debería producirse en nuestro organismo una seroconversión, pudiendo detectar, a través de una prueba serológica, qué cantidad de anticuerpos específicos contra el virus de la Covid-19 tenemos".

No obstante, precisa que esta variará en función de la eficacia de cada vacuna y del tiempo transcurrido desde la vacunación, así como de otros factores que en determinados casos pueden comprometer la respuesta inmunitaria o calidad de la misma (seguir determinados tratamientos farmacológicos, edad avanzada, etc).

"El generar anticuerpos (sean neutralizantes o solo protectores) ya es un éxito"

“Planteándonos ya un escenario postvacunal de 100% vacunados, ¿se acaban nuestros problemas? Pues desgraciadamente resulta que no. Porque no todas las personas desarrollan la misma respuesta inmunitaria frente a la vacuna. Además, hay que aclarar que la presencia de anticuerpos no garantiza que estemos protegidos frente a la infección. Para eso deberíamos generar anticuerpos neutralizantes y por el momento solo tenemos el dato de la cantidad de anticuerpos, no de su capacidad de desmontar el virus. Eso sí, el generar anticuerpos (sean neutralizantes o solo protectores) ya es un éxito”, advierte el médico adscrito al Área de I+D+i de Quirónprevención.

Es más, destaca que un 5-10% de casos de vacunados no se producirá la seroconversión porque el organismo no genera anticuerpos. Aquí el doctor Antonio Moreno Villena apunta lo que la Fundació UITB recoge en su documento ‘Revisión sobre las vacunas frente a SARS-CoV-2’:“Dado que la eficacia en los ensayos clínicos se sitúa en torno al 90%, si a nivel comunitario se observara este mismo porcentaje en la efectividad vacunal, la cobertura debería incrementarse asumiendo que hay un porcentaje de vacunados, en torno al 10%, que no quedan inmunizados”.

La importancia de las pruebas serológicas

Por todo ello, el experto de Quirónsalud ve conveniente la realización de pruebas diagnósticas de la COVID-19, “una herramienta de control indispensable para países, instituciones y compañías”, pese a que alcancemos un porcentaje de vacunados que nos otorgue el título de inmunidad de grupo.

“Aunque el porcentaje de personas que no desarrolle una respuesta inmunitaria suficiente tras la vacuna será bajo, entre un 5 y 10%, es un problema tanto de salud pública como de prevención de riesgos laborales, que es lo que nos compete a Quirónprevención. ¿Cómo deberá actuar una compañía para conocer la inmunidad de sus empleados? ¿Cómo actuar ante un número de personas que no presenta inmunidad frente al virus? ¿De qué herramientas deberían dotarse las compañías para conocer, controlar, y cuidar de la salud de sus trabajadores en la fase posvacunal?”, se pregunta el experto.

Más concretamente, cree que será la prueba serológica la que podrá proporcionar información relevante sobre la respuesta inmunitaria y ayudará en este sentido: “Lo ideal es planificar un estudio de inmunidad con pruebas periódicas que puedan ir proporcionándonos información sobre la inmunidad inicial y su evolución a lo largo del tiempo. Lo que nos podrá dar pistas de si necesitaremos o no una dosis de refuerzo y qué subpoblación de trabajadores son subsidiarios de recibirla, de acuerdo con los criterios que Sanidad establezca”.

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