¿Sufres contracciones en la cara? Así puedes solucionarlo

  • Los espasmos en el ojo y en otras zonas del rostro son muy habituales. Conocer el origen puede mejorar la situación.
Los espasmos en la cara pueden relacionarse con un episodio previo de parálisis facial.
Los espasmos en la cara pueden relacionarse con un episodio previo de parálisis facial.
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Los espasmos en la cara pueden relacionarse con un episodio previo de parálisis facial.

Los espasmos son trastornos motores muy comunes, ya sea de forma crónica o puntual en situaciones de estrés. En concreto, los de la cara suelen acontecer de forma recurrente en personas de prácticamente cualquier grupo de edad. No obstante, pocos pacientes conocen cómo pueden controlar o reducir estas reacciones tan frecuentes.

“No hay que confundir los espasmos con los tics, que son trastornos motores mucho más complejos y de control central”, explica el neurofisiólogo del Hospital Quirónsalud Sur, el Dr. José Luis Fernández Plaza.

A diferencia de los tics, los espasmos y sincinesias son “alteraciones en el funcionamiento del sistema músculo-nervio”, detalla el doctor. En este caso, se trata de fenómenos que implican un incremento de la “excitabilidad” del sistema nervio-músculo en una zona concreta.

Tipos de espasmos

Uno de los subtipos de espasmos más frecuente es el blefaroespasmo. Es una contracción involuntaria y visible del músculo del párpado y “suele presentarse en un ojo determinado”, señala el especialista. Aunque en la mayoría de las ocasiones no conocemos la causa, “a veces se relaciona con algún problema de irritación mantenida en el párpado o la córnea” que fomenta este proceso.

“El blefaroespasmo suele presentarse en un ojo determinado”

Si se somete al paciente a una electromiografía (EMG), vemos que suele asociarse a una actividad motora continua, es decir, a una carencia de relajación de base del músculo, estimulado persistentemente por su terminal nerviosa correspondiente.

En cambio, en el espasmo hemifacial se contrae la mitad de la cara. El origen en este caso puede tener relación con un episodio previo de parálisis facial. Al realizar una EMG también se observa una actividad motora continua, pero en este caso en “los distintos músculos de la cara en el lado afectado”.

Sincinesias faciales

El espasmo hemifacial suele estar vinculado con las sincinesias faciales. Este fenómeno es la contracción involuntaria en una parte de la cara que ocurre cuando se mueve otra voluntariamente, como una “desviación de la comisura de la boca cuando se cierra el ojo”, indica el experto.

“El fundamento de este proceso es o bien un crecimiento anómalo de alguna rama nerviosa o más frecuentemente un aumento de la excitabilidad de estas ramas, que no deberían activarse, pero lo hacen tras el proceso de recuperación anómalo de una parálisis facial previa”, precisa.

“Las sincinesias faciales pueden activarse tras el proceso de recuperación anómalo de una parálisis facial previa”

En el caso concreto de las sincinesias faciales, la EMG permite observar la “hiperexcitabilidad de base” mediante el estudio del “reflejo de parpadeo”. Este reflejo desencadena una respuesta refleja en el músculo de la boca cuando no debería ser así.

¿Cómo controlarlos?

Las sincinesias faciales, los espasmos hemifaciales y los blefaroespasmos se relacionan con la hiperexcitabilidad neuronal. En los tres casos aumentan su frecuencia con facilidad en situaciones de ansiedad y de estrés.

Una vez diagnosticados pueden ser controlados, si el especialista considera oportuno, aplicando toxina botulínica localmente. Esta sustancia bloquea la unión neuromuscular en la zona donde se aplica. Mientras tanto, evitar consumir sustancias como la cafeína o el tabaco y controlar el estrés en la medida de lo posible calma los síntomas.

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