Gripe aviar: estos son sus síntomas, su tratamiento y el riesgo que supone cuando pasa a los humanos

Trabajadores sanitarios recogen muestras de sangre de pollos en una granja en cuarentena en la prefectura de Miyazaki, Japón, el 17 de enero de 2007, tras detectar una cepa de gripe aviar en una granja.
Trabajadores sanitarios recogen muestras de sangre de pollos en una granja en cuarentena en la prefectura de Miyazaki, Japón, el 17 de enero de 2007, tras detectar una cepa de gripe aviar en una granja.
GOBIERNO DE LA PREFECTURA DE MIYAZAKI / EFE
Trabajadores sanitarios recogen muestras de sangre de pollos en una granja en cuarentena en la prefectura de Miyazaki, Japón, el 17 de enero de 2007, tras detectar una cepa de gripe aviar en una granja.

El actual brote de gripe aviar alcanza ya el estatus de panzootia, concepto análogo al de pandemia (que tan tristemente familiar nos resulta) en el reino animal. 

Por supuesto, esto supone un enorme riesgo a nivel económico, con las explotaciones avícolas de grandes países gravemente afectadas. Pero  la enfermedad también puede afectar a los seres humanos, con lo que se trata de un problema que también afecta a la salud pública.

¿Qué es (exactamente) la gripe aviar?

Lo primero que hay que tener en cuenta es que no hay una única cepa de gripe aviar que infecte a los humanos, sino que hasta la fecha se ha identificado más de una docena. Todos ellos pertenecen al tipo de la gripe A, que causa entre otras la gripe común en las personas y la gripe porcina. Lo segundo es que, en todos los casos, aunque la transmisión a humanos puede darse y  en varios se ha documentado, es un fenómeno relativamente poco común.

En el caso de los brotes actuales, el clado vírico responsable es el H5N1, y ya se han encontrado algunos saltos a seres humanos, si bien entre éstos no parece tener (por el momento) una transmisibilidad excesivamente alarmante.

¿Cuáles son sus síntomas?

Eso sí, una vez que salta a nuestra especie se trata de una enfermedad muy virulenta y letal: llega a acabar con la vida de hasta un 53% de sus víctimas de nuestra especie, según los datos disponibles desde el año 2003 expuestos en este medio por el catedrático de microbiología en la Universidad de Salamanca Raúl Rivas.

Tal y como explica este experto, los principales síntomas en humanos, que aparecen entre 2 y 8 días después de la infección, son fiebre de más de 38 grados, dolor muscular, dificultad respiratoria, tos y malestar general. La mayoría de los pacientes presenta una disminución importante de linfocitos y alteraciones en las enzimas hepáticas.

¿Cómo se trata?

El enfoque para tratar la enfermedad en humanos consiste principalmente en la administración de ciertos medicamentos antivirales tales como oseltamivir, zanamivir, peramivir y baloxavir.

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