Estos son los efectos de la droga que está causando estragos en EE UU

Metanfetamina
Metanfetamina en cristales.
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Metanfetamina

La palabra metanfetamina se hizo popular por Breaking Bad. Popular, claro, entre quienes no consumen drogas porque no sabían de su existencia. Pero la metanfetamina era y es una sustancia archiconocida entre los habituales de las drogas. Es un estimulante producido sintéticamente, altamente adictivo y con un siglo de historia.

¿Qué es la metanfetamina?

Es un polvo que se puede presentar como una píldora o una roca brillante (llamada cristal). La metanfetamina en cristales se conoce como "meta", "cristal", "vidrio" o "tiza". Su estructura química es similar a la de la anfetamina, un fármaco que se usa para tratar el trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH) y la narcolepsia.

Según el National Institute on Drug Abuse de los Estados Unidos, la metanfetamina es un estimulante poderoso y sumamente adictivo que afecta el sistema nervioso central. Como todas las drogas adictivas, produce un efecto placentero inicial seguido de un efecto rebote desagradable.

¿Cómo se consume la metanfetamina?

La metanfetamina se puede ingerir (píldoras), aspirar, fumar (la de cristal, en una pequeña pipa de vidrio) o inyectar (el polvo se disuelve previamente en agua o alcohol). El "subidón" que procura empieza y termina rápidamente, por lo que a menudo el consumidor toma dosis repetidas.

¿Qué hace la metanfetamina en el cerebro?

Al principio, provoca una oleada de buenos sentimientos, pero luego los usuarios se sienten nerviosos, demasiado excitados, enojados o asustados. El uso de metanfetamina puede llevar rápidamente a la adicción.

La metanfetamina eleva la cantidad de dopamina en el cerebro, una sustancia química natural que participa en el movimiento corporal, la motivación y el refuerzo de las conductas que producen satisfacción. Es decir, la dopamina activa el circuito de recompensa que hace que tendamos a repetir un comportamiento o consumo en busca de esa sensación. Y al contrario, un déficit de dopamina puede producir la sensación de debilidad, falta de ilusión, desinterés e, incluso, depresión.

Lo que hace la metanfetamina es elevar rápidamente el nivel de dopamina en las áreas de recompensa del cerebro. De ese modo refuerza la idea de su consumo y hace que la persona quiera repetir la experiencia.

¿Qué efectos tiene a corto plazo?

El consumo de metanfetamina causa problemas médicos. Básicamente, según la Biblioteca Nacional de Medicina de EE UU:

  • Eleva tanto la temperatura corporal que la persona puede desmayarse
  • Genera picazón severa
  • Causa la llamada 'boca de metanfetamina': dientes rotos y boca seca
  • Provoca problemas emocionales y para pensar

Tomarla, incluso en pequeñas cantidades, puede producir parecidos efectos sobre la salud que la cocaína o las anfetaminas:

  • Aumenta la vigilia y la actividad física
  • Disminuye el apetito
  • Acelera la respiración
  • Causa ritmo cardíaco rápido o irregular
  • Eleva la presión arterial y
  • Aumenta la temperatura corporal
  • Contrae los vasos sanguíneos
  • Dilata las pupilas
  • Da energía al cerebro liberar azúcar y grasa al torrente sanguíneo

Un informe que cita la California Dental Association apunta que la metanfetamina también puede provocar una sensación de mayor alerta, enojo, miedo o alteración. Esta droga en su forma de cristal produce un efecto estimulante que dura mucho más que el del 'crack': doce horas contra una.

¿Qué consecuencias tiene a largo plazo?

Dado que produce un aumento de la frecuencia cardiaca y la presión arterial, la mentanfetamina puede producir daño en los vasos sanguíneos cerebrales (derrames), problemas respiratorios, arritmias cardíacas, anorexia extrema, y en algunos casos colapso cardiovascular y muerte, resume el portal Infodrogas.

El uso habitual de grandes dosis puede producir un psicosis tóxica, que se presenta con ideas paranoides, alucinaciones y conducta violenta o arriesgada, llegando a producir incluso actos suicidas u homicidas.

Un poco de historia

  • La metanfetamina se sintetizó por primera vez en Japón, en 1919, tomando como modelo la molécula de la anfetamina. Comenzó a comercializarse en 1938 con el nombre de methedrina como descongestivo nasal e inhalador bronquial. Pronto se vieron sus efectos euforizantes. En la Alemania nazi, se vendía sin receta, bajo el nombre comercial Pervitin y ya en la Segunda Guerra Mundial en ambos bandos la usaron para estimular a las tropas.

    Tuvieron que pasar muchos años para que se ejerciera cierto control sobre su consumo. Fue en 1971. El Convenio sobre Sustancias Sicotrópicas de las Naciones Unidas situó a la metanfetamina en la Lista II. Siguió siendo legal, pero su circulación se vio drásticamente reducida.

Un problema de salud pública en EE UU

La tasa de mortalidad por metanfetamina en Estados Unidos se multiplicó por 50 entre 1999 y 2021, según un estudio publicado en la revista American Journal of Public Health. En 1999 se atribuyeron 608 muertes al consumo de metanfetamina. Ese número aumentó hasta 52.397 en 2021, según los datos recopilados por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de aquel país.

La mayoría de las muertes por esta causa también incluyeron la presencia de heroína o fentanilo. Según Rachel Hoopsick, profesora de la Universidad de Illinois Urbana-Champaign y primera autora de la investigación, este inmenso aumento de la mortalidad relacionada con la metanfetamina no muestra signos de ir a disminuir.

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