La alegría de vivir la diferencia

Desgraciadamente existen todavía países que penalizan y castigan incluso con la muerte a las personas con una orientación sexual diferente a la mayoría heterosexual. Hasta en la Unión Europea algunos miembros mantienen políticas discriminatorias, según denuncia Amnistía Internacional. Sin embargo hay otros muchos en los que, poco a poco, la apertura de sus legislaciones y, sobre todo, la tolerancia de la sociedad ha conseguido crear un ambiente de convivencia y respeto para todas las personas homosexuales, lesbianas, bisexuales o transexuales. Y algunos lugares han llegado a convertirse en un auténtico reclamo turístico homosexual, pequeños (o grandes) oasis donde poder sentir libremente la alegría de vivir la diferencia sin temores y con una oferta cultural y de ocio importante.

Los destinos turísticos gays obedecen a las mismas modas que los que puedan verse afectado por otro tipo de reclamos y están en constante cambio. Sin embargo podríamos empezar por citar uno de los clásicos, Nueva York, lugar de origen del día del orgullo gay como consecuencia de los disturbios de Stonewall y en el que la comunidad homosexual protestó públicamente y por vez primera contra los abusos homófobos de la policía.

También en Estados Unidos se encuentra uno de los lugares más abiertos a la comunidad homosexual y más dinámicos del mundo: San Francisco que cuenta, además, con la mayor comunidad gay del país. Conocido como la Meca Gay del planeta, ofrece multitud de actividades sociales, culturales, de integración además de una amplia variedad de locales nocturnos para el ocio LGBT (Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales).

En Sudamérica se encuentran dos destinos turísticos emergentes: Río de Janeiro  y Sao Paulo, en Brasil. Mientras que el primero cuenta con sus famosas playas y noches cariocas, también con espacios especialmente dirigidos a la comunidad gay, en la capital paulista se celebra el mayor desfile gay del mundo en cuanto a participantes, con más de tres millones de asistentes en la última edición.

Más destinos turísticos gays emergentes los encontramos, por ejemplo, en Israel. En concreto Tel-Aviv que se ha convertido en el mayor icono gay de todo Oriente Próximo y no solo por sus desfiles anuales sino por la creciente aceptación social, no sin dificultades todavía, y las ofertas nocturnas de ‘clubbing’, convirtiéndose así en una de las nuevas capitales gays del mundo.

Mykonos es, desde hace unos años, otro de los destinos más solicitados, sobre todo en verano. Clara alternativa y competencia de la prestigiosa Ibiza, esta isla griega lleva escalando posiciones por su gran calidad playera, sostenida por una competitiva capacidad hotelera y una sabrosa gastronomía además de, por supuesto, unas potentes noches de fiestas desenfrenadas. Y muy cerca, la isla de Lesbos, un lugar de peregrinación internacional de miles de mujeres, sobre todo en la zona de Ereso.

Pero si alguna región puede considerarse como la más atrayente para el mundo LGBT es, sin duda alguna, Europa. No solo por sus avanzadas legislaciones que equiparan derechos, aunque no en todos los países por igual, sino por sus clásicas ‘iudades gays’. Londres en Gran Bretaña, Berlín y Colonia en Alemania, o Ámsterdam en los Países Bajos son ciudades abiertas y consolidadas al mundo gay desde hace años. Gracias a esta perfecta harmonía entre sus ciudadanos la comunidad homosexual han asentado unas estructuras muy estables y variadas que son muy atrayentes para el viajero LGBT: restaurantes, saunas, discotecas, tiendas, agencias de viaje, abogados, residencias,… todo un universo creado en torno a la sensibilidad gay funciona en estas ciudades.

Aunque, por muchas razones, Madrid es uno de los iconos gays más representativos del planeta. Por contar con un amplio barrio abiertamente gay como es Chueca, durante los 365 días del año, y por organizar el mayor desfile gay del Europa y elegido por segundo año consecutivo el mejor evento gay del mundo.