La reanimación cardiovascular, sin el 'boca a boca', salva más vidas

Cuando se produce una parada cardiorespiratoria, lo ideal sería que se produjese en un hospital, en un lugar con desfribilador automático o en presencia de un profesional sanitario. Pero es frecuente que el 'ataque al corazón' sea inoportuno y es conveniente conocer las técnicas de reanimación.

Según un estudio que acaba de publicar la revista The Journal of the American Medical Association (JAMA), hasta que llegue la ambulancia, es preferible que se realicen compresiones torácicas que no hacer nada. Y es que esa primera reacción es determinante para la supervivencia del afectado.

Los autores de esta investigación analizaron los datos de casi 4.500 personas que sufrieron una parada cardiaca fuera de un hospital entre 2005 y 2009. La mayoría de ellos no recibió ningún tipo de auxilio antes de ser trasladado a un centro sanitario, pero más de 650 tuvieron la suerte de contar con un transeúnte dispuesto a hacerles una reanimación convencional (masaje cardiaco e insuflar aire) y 850 fueron todavía más afortunados, ya que los ciudadanos que les atendieron les realizaron únicamente compresiones torácicas.

Entre estos últimos se observaron mejores resultados: el 13,3% se mantuvo con vida, al menos hasta el momento del alta hospitalaria. Este porcentaje descendió al 7,8% entre quienes recibieron reanimación tradicional y al 5,2% de los que no fueron auxiliados antes de la llegada del personal de emergencias.

La elección de realizar únicamente las compresiones es por la sencillez de aprender esta técnica para un 'profano' en cuestiones sanitarias y en muchos casos, porque las personas, o se sienten incapaces o no les gusta insuflar aire a un desconocido.