Pontevedra

Los gallegos no nos fiamos de ‘pizzas’ y hamburguesas

Dicen que en Galicia se come bien, pero incluso en eso los gallegos somos desconfiados. De hecho, somos los españoles que peor miramos los alimentos y especialmente la comida rápida.

Los productos que sirven hamburgueserías, pizzerías y bocaterías están en el último escalafón de nuestra confianza, según recoge el último barómetro de consumo de la Fundación Eroski.

Mientras la mayoría de los españoles les otorgan en torno a un 3 sobre 10 puntos, los gallegos no pasamos del 2,5. Y tampoco nos fiamos de la comida preparada para llevar, ni siquiera del pescado, de los guisos de carne o ensaladas. En esto también estamos a la cola.

Y es que en general, Galicia registra el menor índice de confianza de toda España en cuanto a alimentos de todo tipo. En cualquier caso, hay excepciones.

Por ejemplo, los productos ecológicos sí nos convencen. De hecho, son los que más nos convencen, después de los andaluces, que les otorgan más puntos. Sin embargo, los gallegos somos más consecuentes que el resto de los españoles, porque, siguiendo este criterio, no queremos saber nada de productos modificados genéticamente.

Productos ecológicos

Así pues, el barómetro de Eroski nos revela naturalistas. Y también un poco sibaritas. Así, en el ranking de alimentos que merecen nuestra absoluta confianza está, y en lugar destacado, la carne gallega, junto con el resto de productos con denominación de origen.

El estudio también señala que las marcas, a la hora de cuidar nuestro paladar, también importan. Las conocidas reciben más puntuación, a mucha distancia de las nuevas y las blancas, que, según el informe, nos merecen menos confianza que a los demás españoles.

La contradicción en restaurantes

No nos fiamos de las pizzas y de las hamburguesas. Por eso, los restaurantes de comida rápida también son los que reciben la puntuación más baja de todos los locales de comidas. Sin embargo, arrojan una contradicción: los establecimientos nos ofrecen más confianza que los alimentos que venden. Les damos un 3,3 sobre 10. Una puntuación baja que, no obstante, se acerca a la media española –3,4–. De hecho, los catalanes y los canarios todavía se fían menos, mientras que los vascos y los navarros los puntúan igual que nosotros. En lo que sí destacamos, con los canarios, es en ser los menos confiados en restaurantes y cafeterías, en general.