Madrid, abierto por vacaciones
- Tanto si eres visitante como si te quedas en Madrid por motivos de trabajo la capital no descansa nunca.
- Ver Madrid de forma relajada, sin colas, ni multitudes, es un lujo.
- El casco histórico engloba los monumentos más famosos de la ciudad.
Tanto si eres visitante como si te quedas en Madrid por motivos de trabajo la capital no descansa nunca y sus propuestas tan sólo están limitadas por tus ganas de disfrutar el verano. Y qué mejor forma que descubrirla en esta época del año, alejada de los agobios, los interminables atascos y medio vacía. Ver Madrid de forma relajada, sin colas, ni multitudes que resten un ápice de disfrute a tu visita.
Pero Madrid es también modernidad, y los amantes de la arquitectura podrán deleitarse con los rascacielos que recorren el Paseo de la Castellana, principal arteria de la ciudad. Se puede comenzar admirando las imponentes Cuatro Torres, para ir bajando poco a poco y disfrutar de las Torres KIO en Plaza Castilla, el estadio Santiago Bernabéu, la Torre Picasso, la Torre Europa, ambas a la altura de Nuevos Ministerios y un largo etcétera de edificios majestuosos escalonados por inmensas rotondas como la de Colón, Cibeles o Neptuno, todas ellas monumentos escultóricos dignos de mención, cuyo fin es la estación de Atocha, su invernadero y el monumento dedicado a las víctimas del 11-M.
Pero Madrid vive en la calle como demuestran sus miles de bares en los que podrás disfrutar de unas buenas tapas, de las fiestas de uno de los barrios más emblemáticos de la actualidad, Lavapiés, o simplemente de una tarde de domingo en la Latina tras haber aprovechado las gangas que nos ofrece el Rastro.
Como colofón y para los más aventureros quedan los parques de atracciones de Madrid como el Aquopolis, ideal para refrescarse en un día de calor extremo o el parque de la Warner para que aquellos que busquen emociones fuertes midan sus fuerzas con las impresionantes montañas rusas que, dejarán con las piernas temblando a más de uno, pero que en donde también se puede disfrutar de planes familiares, atracciones para los más pequeños o espectáculos traídos desde el mismísimo Hollywood. Decidido, yo me bajo en Atocha, yo me quedo en Madrid.