Nissan Qashqai 2010, a la orden del día
- El renovado Qashqai mantiene intactas todas las virtudes de su predecesor y mejora algunos de sus defectos.
- En Nissan ya dieron con la fórmula del éxito allá por 2007.
- Sólo han tenido que aplicarle un completo baño de juventud para mantenerla plenamente vigente.
Parece sólo cuestión de tiempo que el renovado crossover de Nissan esté de nuevo a la orden del día por nuestras carreteras. Si los modelos anteriores han sido una absoluta locura en cuanto a éxito y unidades vendidas, sólo la coyuntura económica actual puede bajarle un poco los humos a este superventas. Ahora, cuestiones estéticas y de equipamiento al margen, con el facelift al que ha sido sometido se aprecian sobre todo mejoras en lo que a la suspensión y al aislamiento acústico se refiere.
Por dentro, por detrás y por delante
Pero antes, hay otros cambios que saltan a la vista. Nos referimos cómo no a su aspecto, que ha sido rediseñado ligeramente manteniendo esa imagen atractiva, musculosa y moderna que ha cautivado a multitud de compradores. Ahora, de su imponente frontal se ha modificado el diseño del paragolpes, las aletas, la parrilla y los faros, así como el tamaño del capó, que es algo más grande. Además, para que no golpee con los pilotos al cerrarse, se han incluido dos nuevos topes en los extremos del vano motor.
Más sensación de calidad
Todos estos cambios estéticos se aprecian con un simple vistazo pero, sin duda, el aspecto que más se hace notar desde el primer momento es el salto de calidad que ha sufrido el interior en general. Sin llegar a la nobleza exhibida por la mayoría de fabricantes premium, los materiales parecen más robustos, tienen mejor aspecto y la sensación que se percibe en cuanto a cuidado de detalles es sensiblemente superior. Por ejemplo, ahora encontramos luces de cortesía en las puertas y los huecos portaobjetos son más abundantes.
En cualquier caso, más que por los materiales y la calidad del tacto de los mismos, el interior parece mejor acabado si atendemos principalmente al ajuste de las diversas piezas y el esfuerzo por una mejor insonorización del habitáculo. Ya no escuchamos algunos molestos “grillos” que de vez en cuando hacían una breve aparición y, en lo que respecta al ruido procedente del exterior y la mecánica, se ha buscado mejorar a conciencia. Para ello, el salpicadero se ha “reforzado” merced a la inclusión de más material aislante. Además, en la zona del capó, cuando el Qashqai va equipado con motores diesel, existen extras de espuma aislante en la base del parabrisas, en la parte delantera del suelo y en la zona del túnel de transmisión.
En cuanto a la habitabilidad todo permanece igual. Aunque vamos sentados lejos del suelo, el puesto de conducción es muy satisfactorio además de por los diversos ajustes que permite, por el buen hacer de los asientos que sujetan muy bien el cuerpo. Las plazas traseras engañan a primera vista y son menos espaciosas de lo que parecen.
Mecánica
En el apartado de las motorizaciones el Qashqai sigue ofreciendo las mismas alternativas, eso sí, todas bajan el nivel de emisiones. La única novedad es una nueva versión denominada “ECO”, que parte del 1.5 dCi de 106 CV y está pensada para lograr un consumo de combustible muy ajustado.
Nosotros hemos probado la mecánica diésel más potente (2.0 dCi de 150 CV), que recordemos también se puede elegir, junto a la de gasolina más potente, con tracción total (no era nuestro caso). De origen Renault, como ya sabrán, este propulsor es tanto por suavidad de funcionamiento, rumorosidad y refinamiento, uno de los mejores motores diésel que hay hoy día en torno a esa potencia. Ya hemos hablado en numerosas ocasiones de él.
Es una mecánica agradable, suave y con un rendimiento magnífico. Tiene fuerza desde la zona baja del cuentarrevoluciones, gana vueltas con facilidad y es capaz de llegar a las 4.500 rpm sin que desfallezca la sensación de empuje. El gasto de combustible que registramos realizando un trayecto por vías rápidas fue de 6,2 litros. En general, realizando una conducción “responsable” es fácil obtener medias mixtas por debajo de los 7,3 litros (el fabricante homologa 6,4). Teniendo en cuenta la potencia y la respuesta que ofrece el Qashqai con este motor, son sin duda cifras muy buenas.
Impresiones en marcha
La conducta de este crossover sigue siendo ejemplar y muestra un aplomo envidiable, sobre todo si lo comparamos con algunos de los rivales de su categoría. En esta versión con tracción sólo a las ruedas delanteras es más subvirador, pero en general entra con una facilidad destacable en las curvas y, lo que es más importante, la carrocería no balancea ni cabecea en exceso como sí sucede con otros SUVs o todocaminos. Eso sí, sus capacidades offroad brillan más bien por su ausencia y aunque puede afrontar pequeños obstáculos y dificultades mínimas en superficies camperas, a poco que se complique un poco el terreno nos daremos cuenta enseguida de que no es ni mucho menos el vehículo más apropiado para dichos menesteres.
Así pues, sin lugar a dudas el hábitat natural de este automóvil es la carretera, donde se desenvuelve como pez en el agua. A ello también ha contribuido una notable mejora en el tacto de la dirección, fruto de las mejoras realizas en su nivel de asistencia. Ahora bien, aunque ahora la sensación de control a altas velocidades (y sobre todo en línea recta) sea más precisa, bajo mi punto sigue sin transmitir con exactitud lo que sucede entre el asfalto y las ruedas.
Equipamiento y precio
El Qasqhai está disponible con cuatro niveles de equipamiento denominados “Visia”, “Acenta”, “Teckna Sport” y “Teckna Premium”. La gama arranca en un precio inicial de 18.950 € y llega hasta los 30.700, extras aparte. Ya desde la terminación más básica se incluye de serie desde el control de estabilidad, el aire acondicionado, el control de crucero o las llantas de aleación de 16”.
En cuanto a las opciones disponibles, la lista es más bien reducida y hay poco que destacar al respecto. Las llantas deportivas de 18” (350 €), las barras laterales (663 €) o la rejilla divisoria del maletero (213 €) son tres de las cuestiones más interesantes. Eso sí, es fundamental saber que hay cosas que los modelos más básicos “Visia” y “Acenta” no pueden llevar.
Resumen
A caballo entre un compacto por su buen comportamiento y un todocamino ligero por su aspecto, la marca japonesa ha puesto al día al Qashqai con el objetivo de no perder comba en el mercado, donde es uno de los reyes indiscutibles. La mejora en el tacto de la dirección, el interior y sobre todo, en la suspensión, lo convierten en un vehículo aún más atractivo. Los éxitos comerciales no suelen darse por casualidad. Buscando la siempre deseada continuidad, Nissan ha actualizado convenientemente un coche que desde su nacimiento, ha superado con creces sus propias expectativas. Con argumentos más que de sobra pero ante un panorama económico bien distinto, veremos si ahora las ventas les acompañan de nuevo.