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España ampliará la deuda pública 70.000 millones este año, pero tendrá que pagar más interés para colocarla que en 2022

La vicepresidenta primera, Nadia Calviño, interviene en la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros el 20 de diciembre.
JUAN CARLOS HIDALGO / EFE

España aumentará la deuda pública en 70.000 millones de euros en 2023, un año en el que los intereses que tendrá que pagar el Estado a los inversores que decidan comprarla serán considerablemente más elevados que el año pasado tras las fuertes subidas de tipos aprobadas por el Banco Central Europeo (BCE). Así lo ha comunicado este jueves el secretario general del Tesoro Público, Carlos Cuerpo, durante la presentación de la estrategia del organismo encargado de gestionar las emisiones de deuda pública en España.

El Tesoro se ha puesto como objetivo una emisión neta de deuda de 70.000 millones de euros, de los cuales espera obtener dos terceras partes antes de que concluya el verano. Cuerpo considera que esa cifra es "prudente". No en vano, lo habitual es que el Tesoro plantee en enero una cifra más alta de la que se acaba emitiendo a final de año para contar con cierto margen de maniobra. Esos 70.000 millones son la misma cuantía que se emitió finalmente el año pasado. Entonces, la fuerte recaudación tributaria, que superó ampliamente las expectativas, permitió recortar el objetivo inicial de 75.000 millones en 5.000 millones. La meta de este año queda, en todo caso, lejos de los 110.000 millones que se emitieron en 2020 para hacer frente al gasto imprevisto por la pandemia.

Para alcanzar su objetivo, el Estado tendrá que emitir un total de 256.846 millones brutos, de los cuales el 73% (186.846 millones) irán destinados a pagar la deuda que vence este año. Esos casi 190.000 millones tendrán un impacto neutro en el monto total de la deuda. Los 70.000 millones restantes son lo que realmente agrandarán el acumulado de deuda nacional, que superaba ya los 1,5 billones de euros en septiembre, según datos del Banco de España

La deuda nueva que se emitirá este año cuenta con el hándicap de las subidas de tipos de interés, que el año pasado tuvieron un efecto menor, dado que la mayor parte de las emisiones se colocaron antes de que el BCE empezara a encarecer el precio del dinero. Este año el impacto se notará más y provocará que los costes de la deuda nueva que se emita sean más elevados. El secretario general del Tesoro no da una cifra concreta, pero cuenta con que el coste de emisión "seguirá subiendo" en 2023. 

No obstante, Carlos Cuerpo confía en que la estructura actual de la deuda española amortiguará el efecto de esas subidas y no afectará demasiado al precio general que paga el Estado por financiar toda su deuda. La razón es que la mayoría del pasivo español que circula actualmente tiene tipos de interés bajos y plazos de vencimiento largos. En concreto, la vida media de la deuda en circulación promedió en 2022 los 8 años y el interés medio que se pagaba por ella ascendió al 1,7%. Cuerpo estima que el coste medio de la deuda podría crecer al entorno del 2% en los próximos años, una referencia muy alejada, por ejemplo, del 4,1% que se llegaba a pagar en 2011, en plena crisis del euro.

Otro de los retos que afronta el Tesoro este año es el fin de las compras de deuda del BCE, que en los últimos años se ha convertido en el principal tenedor de bonos españoles con un 33,4% de la cartera en su poder. El banco central lleva desde julio sin comprar deuda nueva a los Estados y se limita a reinvertir los bonos que vencen. Sin embargo, a partir de marzo de este año empezará a aligerar su balance, por lo que habrá que ir sustituyendo sus compras por las de otros inversores.

"Ya hemos vivido sin compras del BCE antes", ha recordado Carlos Cuerpo, quien se ha mostrado confiado en que los nuevos inversores vayan sustituyendo al BCE progresivamente con relativa normalidad. En ese sentido, el director general del Tesoro, Álvaro López, ha señalado que de agosto a noviembre el BCE ya ha reducido su balance de bonos españoles sin que se haya disparado la prima de riesgo. "El mercado entiende que la capacidad y voluntad de España de hacer frente a sus compromisos financieros se mantiene intacta pese a la coyuntura internacional", ha destacado Cuerpo.

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