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Un tribunal japonés rechaza indemnizar a los hijos de los supervivientes de Nagasaki

Bombardeo de Nagasaki.
ATLAS

Un tribunal japonés ha rechazado este lunes la demanda presentada por descendientes directos de supervivientes del bombardeo atómico de Nagasaki, quienes reclamaban recibir una indemnización del Estado debido a los daños genéticos hereditarios.

El Tribunal del Distrito de Nagasaki -la ciudad nipona atacada con la bomba atómica el 9 de agosto de 1945- dictaminó este lunes que el marco legal nipón no obliga al Estado a ofrecer compensaciones económicas a los llamados "hibakusha" (supervivientes a la bomba) de segunda generación.

Los jueces consideran que no ha podido demostrarse con claridad que la exposición a la radiación que sufrieron los padres de los demandantes haya ejercido un efecto en su salud.

"Únicamente se puede decir que no se puede descartar la posibilidad de una influencia hereditaria derivada de la exposición a la radiación de la bomba", señala el texto de la resolución, recogido por la agencia local Kyodo.

Los demandantes mantuvieron durante el proceso que era injusto excluirlos del sistema de compensaciones estatales, y citaron investigaciones médicas que apuntaban a los posibles efectos hereditarios de la radiación. En este contexto, reclamaban 100.000 yenes (unos 695 euros) por persona como compensación del Gobierno.

Se trata de la primera sentencia emitida en Japón sobre una reclamación de este tipo por parte de descendientes de personas que sobrevivieron a la bomba atómica, y hay otro caso similar pendiente de resolución en un tribunal de Hiroshima.

El Ejecutivo nipón ofrece actualmente varios esquemas de apoyo financiero a las personas reconocidas oficialmente como supervivientes a los bombardeos atómicos, entre ellos la plena cobertura de sus gastos médicos.

Se calcula que unas 40.000 personas murieron en el momento del bombardeo atómico de Nagasaki y la cifra se elevaría a más de 70.000 en los meses siguientes. Incluyendo el bombardeo de Hiroshima del 6 de agosto de 1945, unas 400.000 personas perdieron la vida en ambas ciudades en los años posteriores a los ataques ejecutados por la fuerzas aéreas de Estados Unidos al término de la II Guerra Mundial.

En la actualidad quedan unos 118.935 supervivientes a los bombardeos atómicos, con una edad media de 84,5 años, según datos oficiales del pasado agosto.