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Bajar la calefacción, subir el aire, conducir a menos velocidad y rebaja del transporte público: consejos de Bruselas para ahorrar

Calefacción, estufa
EUROPA PRESS

La Comisión Europea ha aprobado este miércoles una propuesta para que los países de la UE recorten en un 15% su consumo de gas natural -primero de manera voluntaria y, eventualmente, de forma obligatoria después-, y para ello deja en manos de cada gobierno decidir qué medidas poner en práctica para lograrlo. Sin embargo, en su comunicación a los Estados miembros les hace recomendaciones sobre acciones que podrían llevarse a cabo para conseguir un ahorro inmediato, con efectos que se vieran en este mismo año. Para ello, se centra en los ámbitos que más energía consumen, el termostato de los hogares y los medios de transporte para apuntar, entre otros, a la necesidad de no poner tan alta la calefacción ni tan bajo el aire acondicionado así como pautas para los conductores, como que limiten la velocidad o que directamente abandonen los coches porque sus autoridades rebajen el precio del transporte público.

El Ejecutivo comunitario admite que, ante la urgencia de actuar frente a un eventual corte de gas de Rusia, las reformas estructurales que llevarían a una mayor eficiencia energética requerirían más tiempo del que se dispone para evitar que algunos Estados miembros se queden sin gas suficiente de cara al próximo invierno. "No podemos permitirnos esperar", dice su comunicación. Afirma que "donde puede lograrse el mayor ahorro de consumo de gas y petróleo" es en el uso que se hace de ellos en los hogares y en los medios de transporte. Son también estos los ámbitos que más consumen estas dos materias primas. Así, el 42% de la energía que se utiliza en calefacción en la UE es gas natural y en el transporte el 93% son energías fósiles.

En casa

Entre las medidas "más significativas" que la Comisión cree que los gobiernos europeos pueden pedir a sus ciudadanos figura el ahorro derivado de bajar la calefacción o apagarla en habitaciones que no se utilizan o informar  sobre la conveniencia de que las calderas de condensación esté por debajo de 60 grados, con lo que calcula que puede ahorrarse hasta un 8% de energía.

También como medida para los hogares, Bruselas propone a los Estados miembros "la reducción de los tipos de IVA para los sistemas de calefacción de alta eficiencia" y fomentar la bomba de calor. También, "subvenciones bonificadas" para sustituir calderas basadas en combustibles fósiles.

Las posibles medidas de ahorro en los edificios se completa con un mayor control y ajuste de su consumo de energía y "aislamientos fáciles de instalar" en áticos, tejados y ventanas.

En el coche

En el ámbito del transporte, recomienda "la reducción de la velocidad en las autopistas" y la creación de "zonas de velocidad reducida en zonas urbanas" o "fomentar los desplazamientos a pie, en bicicleta y en transporte público, donde en otro momento plantea rebajar las tarifas mediante "ayudas públicas" a los operadores para animar a los usuarios a dejar aparcados sus vehículos.

Según Bruselas, estas medidas supondrían un ahorro "medio-alto" de energía. Sería "alto" en el caso de que optara por sustituir todo tipo de vehículos con combustibles fósiles por el tipo eléctrico, mediante "apoyo público" y  "específico" en el caso de flotas de taxis, autobuses u otros vehículos compartidos y mediante inversiones para extender las infraestructuras de recarga.

Aunque les atribuye un ahorro "de bajo a medio", la Comisión también plantea los gobiernos europeos que organicen jornadas sin coche en las ciudades y creen sistemas de tarificación vial que reduzcan la congestión durante las horas punta.

Acciones voluntarias y con buena voluntad

Bruselas plantea también medidas de eficiencia en la industria y en el sector servicios, pero considera que la calefacción de los hogares y los transportes son "sectores clave" para conseguir una "ahorro significativo a corto plazo" y propone un menú de opciones a los Estados miembros, de cara a los planes de contingencia que están ultimando y que se espera que pongan en común el martes que viene, en el Consejo de Energía.

Tal y como prevé el Gobierno español, Bruselas considera que deben ser "principalmente voluntarias" y que "dependerán de la buena voluntad" de los usuarios. Teniendo esto en cuenta, plantea a los países de la UE que lleven a cabo dos tipos de acciones. Por una parte, acciones de información para que los usuarios "comprendan la importancia de reducir la demanda de energía y sepan lo que pueden hacer para contribuir". Por otra, "incitación y medidas de apoyo", como, por ejemplo, descuentos para comprar aparatos más eficientes.