"Empezamos a besarnos como quien tiene sed, queríamos satisfacer nuestros deseos"

La conocí el mismo día en Internet y no sé por qué tenía esa sensación de conocerla de toda la vida, me atraía. Justo me acababa de sacar el carnet de coche y quería ir a verla. Vive a 500 km de mi casa pero no me importaba mucho, me encanta viajar y además tenía unas ganas enormes de conocerla, así que quedamos en que iría a verla al día siguiente. Aunque haya sido todo muy rápido, no me arrepiento. Era la misma chica que en las fotos, muy simpática y con una belleza envidiable: cabello largo, ojos oscuros, sonrisa grande y un cuerpo perfecto.

Nos fuimos a la playa, nos quedamos las dos en biquini y yo disimuladamente observaba su cuerpo intacto y moreno. Me excitaba sólo de verla. Teníamos temas de conversación, aunque en realidad, por mucho que habláramos, siempre había algunos roces "raros", me acariciaba la espalda o la mano... Cuando nos metimos en el agua tenía ganas de meterme en lo más profundo con ella y desaparecer en sus labios y su mirada, pero esa fantasía se interrumpió.

Por la noche volvimos a la playa a dar un paseo, claramente se notaba que ella me deseaba y yo a ella también. Nos quedamos tumbadas en la arena viendo las estrellas y yo no sabía cómo lanzarme, ella tampoco. Tumbada, buscaba con mi mano la suya para rozarla "sin querer" y la encontré, nos miramos, sonreímos y nos dimos la mano. Estábamos viendo las estrellas, tumbadas y con las manos cogidas. Cuando volvimos a mirarnos, nos quedamos un buen rato descubriendo nuestros deseos a través de las miradas intensas... y nos besamos. Empezamos a besarnos como quien tiene sed y queríamos satisfacer nuestros deseos ahí en la playa. Mis manos acariciaban su suave cuerpo, su cintura. Y su pelo se enredaba entre mis dedos mientras nuestros cuerpos se pegaban poquito a poco cada vez más. Nos desahogamos en nuestros besos y nos abrazamos. Aquel momento fue mágico. Dormimos abrazadas juntas. Fue el mejor día de mi vida.

Creo que me enamoré de esa chica, pienso volver a verla. Tuve suerte de haber conocido a la chica por Internet, pero no siempre todo es lo que parece. Aunque ha sido una locura,  no volvería a quedar con personas por Internet, nunca sabes lo que te puedes encontrar.