Vizcaya

Cáritas Bizkaia prevé un nuevo "fondo de emergencia" de 2,5 millones de euros en 2021 para hacer frente a la covid

Cáritas Bizkaia prevé un nuevo "fondo de emergencia" de 2,5 millones de euros en 2021 para hacer frente a la covid
20M EP

En declaraciones a Europa Press, la responsable del departamento de Análisis y Desarrollo de Cáritas Bizkaia, Ana Sofía Telletxea, ha explicado que en el 2019, en la época pre-covid, la entidad generó un gasto de 11,5 millones de euros, mientras que para poder afrontar la situación generada por la pandemia, en 2020 Cáritas destinó 14,5 millones de euros en el desarrollo de proyectos de lucha contra lapobreza y la desigualdad en Bizkaia.

Telletxea ha asegurado que la entidad desea "mantener ese sobreesfuerzo", para "seguir respondiendo a las consecuencias del covid", por lo que este año 2021 precisa "otra vez" volver a dotarse de un fondo de 2,5 millones de euros, porque, según ha informado, los 14,5 millones anteriores ya han sido gastados.

La responsable de Cáritas ha insistido en que quieren mantener ese nivel de gasto y ese nivel de inversión, por lo que necesita para el 2021 generar un fondo de emergencia de 2,5 millones de euros, que es, ha recordado, el "sobreesfuerzo" realizado en 2019 y 2020. En este sentido, ha indicado que si no se inyecta "más dinero del habitual", se va "otra vez al precovid".

La entidad considera que debe mantenerse en ese nivel de intervención, porque "todavía la situación se va a arrastrar al 2021", por lo que será necesario generar "otro fondo de emergencia" que suba el presupuesto de Cáritas.

DONATIVOS Y AYUDAS PÚBLICAS

Para disponer de un dinero que se destinará a "seguir respondiendo a las consecuencias de la covid", que se mantienen en 2021, Cáritas cuenta, según ha dicho, con captación de donativos y establece alianzas con la administración.

Telletxea ha afirmado que la pandemia obligó a cerrar "muchos puntos de atención" y ha recordado a este respecto que las organización cuenta con más de 200 proyectos por toda Bizkaia y que el confinamiento obligó a que los voluntarios que atendían estos puntos de atención, muchos de ellos mayores, "se quedarán en casa", por lo que únicamente se mantuvieron abiertos el Comedor de Personas sin Hogar o los recursos para los sin techo, por ser de "extrema necesidad".

En este sentido, ha señalado que durante el confinamiento se cambió el tipo de atención para realizarla vía telefónica, coordinada por equipos técnicos profesionales. No obstante, ha destacado que, "desde septiembre de 2020 y poco a poco" se están abriendo estos puntos de atención, con las pertinentes medidas sanitarias.

Respecto a los datos de personas atendidas, ha recordado que en 2019 en Bizkaia se atendió a un total de 13.300, mientras que en el 2020, año marcado por la covid-19, fueron un total de 13.096. En lo relativo a las cifras de 2021, ha indicado que Cáritas no dispone aún de los datos completos del primer semestre de este año, pese a lo que ha subrayado que la atención en el territorio "mantiene su intensidad en el mismo nivel de 2020".

Ha dicho también que las situaciones "más duras de pobreza se están manteniendo o incrementando" y que a las personas a las que atiende esta organización católica, que están en situación de pobreza y exclusión, la pandemia les ha provocado pérdida de empleo o un mayor incremento de la pobreza.

Según los datos de Cáritas, las personas sin hogar son mayoritariamente hombres, mientras que según la memoria de 2020 en Bizkaia, la realidad de familias con menores encabezadas por mujeres está muy presente. De este modo, un total de 6.267 de las personas acompañadas pertenecían el año pasado a familias con menores, de las cuales, un 43% eran familias monoparentales principalmente encabezadas por una mujer. Telletxea ha recordado además, que alrededor de 35% de las personas atendidas en Cáritas en 2020 eran jóvenes menores de 25 años.

Cáritas trabaja, según ha informado, en dos líneas, que pasan por apoyar las condiciones materiales de vida, así como por la promoción social y el empleo.

No obstante, ha asegurado que la "brecha digital" se ha convertido en "un nuevo factor de exclusión", en la medida en que, por ejemplo, "el esfuerzo" por dotarse de medios tecnológicos como el wifi ha supuesto "añadir un gasto más a la economía familiar". Según ha dicho, "las necesidades básicas" ahora también pasan por contar con wifi para que los niños puedan seguir las clases, para poder enviar un currículum o acceder a un curso de formación.