La lasaña es uno de esos platos con los que sabes que vas a conquistar a tus comensales. No hay quien le haga ascos a este plato de pasta. Y aunque se ha vuelto tan popular que podemos encontrarla envasada, congelada, y en cualquier restaurante... nos gusta cocinar, así que nada mejor que hacer una buena lasaña home made.
De atún, de pollo, de carne picada, de verduras, de queso... Las posibilidades de la lasaña son tan diversas como los gustos de cada uno. Este plato originario de la Antigua Roma admite todo tipo de alimentos con los que queramos hacer el relleno.
Aunque la manera más habitual (y cómoda) de preparar lasaña en casa es comprando las láminas preparadas e hidratándolas en agua para después preparar el relleno y dejarlo cocinar al horno, no seamos vagos, ya que nos ponemos preparamos también la pasta.
Cómo preparar las láminas
Preparar la masa para la lasaña es más fácil de lo que crees. Y más saludable, seguro. Para ello necesitas los siguientes ingredientes:
- 200 gr de harina
- 2 huevos
- 1 cucharada de aceite
- Sal
Una vez reunidos los ingredientes, nos ponemos manos a la obra siguiendo estos pasos para su correcta preparación:
- En un bol, añade todos los ingredientes y mezcla con las manos hasta haber creado una masa uniforme.
- Amasa durante 10 minutos aproximadamente, envuelve la masa en papel film y deja reposar mínimo media hora.
- Divide la masa en tantas partes como láminas quieras utilizar en tu lasaña.
- Con un rodillo de cocina, amasa y estira las porciones de masa hasta que se queden láminas finas.
- Cocina las láminas durante 2 minutos en agua hirviendo
Al igual que con las láminas, la bechamel puedes comprarla ya preparada o hacerla en casa. Y por supuesto, vamos a elegir prepararla en casa. Estos son los ingredientes que necesitas para preparar la bechamel.
- 600 ml de leche entera
- 50 gr de mantequilla
- 50gr de harina de trigo
- Nuez moscada molida
- Sal
Cuando hayamos conseguido los ingredientes para esta lasaña, que seguro que tenías por casa, nos remangamos para comenzar con la preparación:
- Ponemos al fuego una sartén con la mantequilla y, removiendo, añadimos la harina.
- Sin dejar de remover con unas varillas para evitar los grumos, añadimos también la leche.
- Una vez hayamos creado una masa uniforme con la leche, la harina y la mantequilla, añadimos sal y nuez moscada al gusto.
Habiendo preparado previamente por un lado las láminas, por otro la bechamel, y por otro el relleno que hayamos elegido, es la hora de comenzar a montar. Mientras rellenas la fuente estratégicamente para que tu lasaña sea la mejor, pon el horno a precalentar a 200º durante 15 minutos, aproximadamente.
Mientras tanto, añadimos en la fuente una capa de láminas, una capa de relleno y otra de bechamel, y repetimos tantas veces como nos permita la altura de la fuente o bandeja donde estemos preparando nuestra lasaña. Lo ideal es que la última capa lleve una buena mano de bechamel y un toque de queso rallado para gratinar y quedará buenísimo.
Una vez tengamos nuestra lasaña construida, es la hora de cocinar. Metemos la bandeja en el horno a 180º durante 15 minutos aproximadamente, una vez cocinada, subimos la bandeja de rendija para gratinar durante 2 o 3 minutos. ¡Y a disfrutar!
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