Sibilancias, ¿qué son y cuándo deberíamos preocuparnos?

  • Son frecuentes en niños menores de 5 años. Si bien no son graves, no tratarlas puede tener consecuencias a largo plazo.
Las anomalías de las arterias coronarias son la segunda causa de muerte súbita cardíaca en niños.
Las sibilancias son un síntoma del asma en niños.
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Las anomalías de las arterias coronarias son la segunda causa de muerte súbita cardíaca en niños.

Cuando al respirar se produce un sonido agudo esto es una sibilancia. Se trata de un síntoma asmático que es común en niños menores de 5 años. De hecho, según la revista Pediatría Atención Primaria (PAP) es una de las consultas más frecuentes y debe diagnosticarse con prontitud, pues "el retraso en el inicio del tratamiento puede tener gran impacto sobre la salud del paciente a largo plazo".

Lo importante es informar a los padres sobre aquellos síntomas que deben alertarles para informar al pediatra lo antes posible. Si bien la mayoría de las sibilancias no son graves, hay algunas que sí y otras que al no recibir tratamiento pueden provocar ciertos problemas a medida que los niños siguen avanzando en edad. Por eso, conviene saber cuándo las sibilancias deberían preocuparnos.

¿Qué son las sibilancias?

Como bien ya hemos mencionado, las sibilancias son una serie de silbidos agudos que aparecen cuando los niños inspiran y espiran. Esto indica que "las vías respiratorias están parcialmente obstruidas o estrechadas", como afirma el Manual MSD. Las causas pueden ser diversas.

Desde una inflamación de los tejidos de las vías respiratorias, hasta broncoespasmos o acumulación de moco. Debemos tener claro que estos episodios son bastante frecuentes, pero es importante conocer las causas que están provocando las sibilancias, por si acaso estas son graves.

Factores de riesgo de las sibilancias

No todos los niños menores de 5 años sufren sibilancias y es que hay unos factores de riesgo que deben tenerse en cuenta. Sufrir infecciones pulmonares frecuentes, tener alergias o haber sido diagnosticado con asma son algunos de ellos. No obstante, también hay otros que no se deben perder de vista.

El Manual MSD menciona la dificultad crónica para tragar, el reflujo gastroesofágico o la presencia de un cuerpo extraño como otros factores de riesgo de las sibilancias. Muchos niños comen rápido o no mastican bien los alimentos lo que provoca que el riesgo de atragantamiento sea mayor.

¿Cuándo deberíamos preocuparnos por las sibilancias?

Si bien las sibilancias no entrañan riesgos en general, es importante saber cómo tratarlas y prestar atención a aquellas que deben tener una atención urgente de inmediato. Si los silbidos agudos se acompañan de un hundimiento del pecho al respirar, hay que buscar ayuda, pues puede que se trate de una neumonía.

También conviene estar alerta si los niños empiezan a respirar de una forma mucho más agitada, muy rápido. Tal vez sea una bronquiolitis o cualquier otra afección pulmonar. Es importante que esto se atienda de inmediato para evitar poner en riesgo la vida y la salud de los más pequeños.

Aunque la mayoría de las sibilancias no son graves, conviene que se traten. Pues si un niño tiene asma y esta no recibe tratamiento puede producirse cambios estructurales en las vías aéreas que limiten el intercambio gaseoso. Por lo tanto, acudir al pediatra es fundamental, aunque se están barajando opciones. 

WheezeScan es un dispositivo que ayuda a los padres a detectar sibilancias, pues no todas son iguales y pueden provocar equívocos. No obstante, los médicos también pueden ayudar a los padres a aprender a distinguirlas. ¿Lo importante? Estar atentos a cualquier silbido o sonido que los niños hagan al respirar, a la tos que suele acompañar y a la fiebre que puede aparecer.

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