Qué es un 'deepfake': tutorial de cómo se hace con apps

Manoj Tiwari, político indio que ha usado los llamados 'deepfakes'.
Manoj Tiwari, político indio que ha usado los llamados 'deepfakes'.
Vice
Manoj Tiwari, político indio que ha usado los llamados 'deepfakes'.

Desde el año 2017, los deepfakes ganaron protagonismo en internet, ya que comenzaron a circular por la web diferentes vídeos de personalidades famosas que, aunque muy conseguidos, no eran reales. Hoy en día, estos vídeos se pueden hacer de forma muy sencilla, para lo que solo se necesita descargarse una aplicación.

Concretamente, el deepfake es un vídeo manipulado mediante una técnica de inteligencia artificial, la cual permite editar vídeos de personas que parecen reales, aunque no lo son. Es posible, de este modo, reemplazar la cara de una persona del vídeo por otro rostro completamente diferente.

Aunque puede parecer divertido, y lo es si no se usa con malas intenciones, estos deepfakes pueden ocasionar problemas políticos, judiciales o sociales, cuando se emplean estas técnicas con el objetivo de dañar la imagen de otra persona. 

¿Cómo se hace un 'deepfake'?

Para hacer un deepfake, solamente es necesario bajarse una aplicación de internet. Hoy en día, hay varias aplicaciones de este tipo que los usuarios pueden encontrar fácilmente en internet, por ejemplo, DeepFaceLab.

Después, basta con recopilar los vídeos de las personas que se quieren intercambiar y cargarlos en el programa. Este es el que se encarga de editar las imágenes para suplantar una cara por otra y, aunque en un primer intento puede quedar poco realista, se puede ir ajustando hasta conseguir un resultado muy convincente y realista.

El programa utiliza inteligencia artificial específica para analizar fotografías, convirtiendo la imagen en otra abstracta y, posteriormente, realiza el proceso a la inversa, traduciendo la imagen abstracta en una fotografía. Este proceso lo repite miles de veces, construyendo y reconstruyendo los rostros de las personas que se quieren reemplazar. 

De este modo, se utilizan dos vídeos: un vídeo de origen y un vídeo de destino. El vídeo de origen es el de la persona cuya cara se quiere poner en otro cuerpo o situación, concretamente, en el vídeo de destino. 

Entre los consejos para conseguir un buen deepfake está, en primer lugar, conseguir un vídeo origen en el que haya mucha información de la cara. Pueden ser varios vídeos, cuanta más información mejor. El vídeo de destino es mejor que sea también uno en el que se vea la cara de frente, ya que de perfil es más difícil que funcione el programa. 

En el siguiente vídeo se puede ver un ejemplo de creación de deepfake en el programa DeepFaceLab, creando el nuevo vídeo paso a paso. 

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