Crean un robot de tamaño humano para darnos todos los abrazos que nos faltan

Un participante abrazando a HuggieBot 2.0.
Un participante abrazando a HuggieBot 2.0.
MPI-IS
Un participante abrazando a HuggieBot 2.0.

¿Quién no echa de menos encontrarte a esa persona tan querida por la calle y darle un buen abrazo? No dudo de que habrá muchos que estén encantados con las nuevas normas de distancia social y con eso de que nos toquemos menos, pero yo desde luego extraño el contacto.

Con esto en mente, un equipo de investigadores del Instituto Max Planck de Sistemas Inteligentes (MPI-IS) y la Escuela Politécnica Federal de Zúrich (ETH Zürich) han creado el muñeco robot HuggieBot 2.0 de tamaño humano que da abrazos a tamaño real.

Se trata de un autómata exclusivamente concebido para dar abrazos a personas que se sienten solas, tristes o estresadas. Los abrazos humanos reducen la presión arterial y los niveles de cortisol hasta aliviar el estrés y la ansiedad, ¿y los abrazos de robot?

Alexis E. Block-Bitter, una de las investigadoras, compartía en su cuenta de Instagram de forma pública que todo el que quisiera probar el cálido abrazo de HuggieBot 2.0 podía formar parte de la investigación para descubrirlo. Los investigadores pidieron a 32 personas que probaran el robot en persona y compartieran sus comentarios con ellos.

Alexis E. Block-Bitter fue la creadora del sistema anterior que dio vida a HuggieBot 2.0. La investigadora creó HuggieBot 1.0 “inspirándose en miembros de su familia que estaban lejos y a los que añoraba abrazar”, pero este primer robot era demasiado voluminoso para ser un buen abrazador.

HuggieBot 2.0 es de tamaño humano y lleva almohadillas térmicas y un torso sensor inflable que puede sentir el contacto de una persona, para que sus abrazos sean “cálidos, suaves y receptivos”. Tiene también dos brazos Kinova JACO -es decir, brazos robóticos disponibles comercialmente que generalmente se fijan a sillas de ruedas- en un marco de metal personalizado.

Los brazos JACO de HuggieBot 2.0 tienen sensores de torque en cada articulación. Utilizando un método de agarre con umbral de torsión, pudieron hacer que el agarre del robot fuera más adaptable y seguro.

La cabeza de HuggieBot 2.0, que se creó mediante impresión 3D, consta de un ordenador, una pantalla que hace a veces de cara, una cámara con sensor de profundidad, un altavoz y un microcontrolador. La pantalla muestra diferentes expresiones faciales animadas sobre un fondo morado, que dan la sensación de que el robot está sonriendo y parpadeando.

Así, la cámara del robot detecta a un usuario en su campo de visión y, cuando ve que el usuario camina hacia él, HuggieBot 2.0 levantaba los brazos y pregunta: "¿Me puede dar un abrazo, por favor?".

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