El truco para salvar un plato si te has pasado con la sal

  • Dependiendo del tipo de guiso, se puede adoptar una solución y otra.
Imagen de un salero y un recipiente con sal.
Imagen de un salero y un recipiente con sal.
lexlex / WIKIPEDIA
Imagen de un salero y un recipiente con sal.

Cuando estamos cocinando y el plato se nos queda soso, no hay mayor problema: basta con agregar sal al gusto para equilibrar el sabor. Pero el problema se complica más si es el revés, es decir, si nos pasamos con ella. Pero también existen soluciones.

Tal y como recoge la Cadena COPE, en general el truco está en compensar la excesiva salinidad del plato o bien utilizar ingredientes extra que la absorban. Así, si se nos ha ido la mano con unas lentejas o un caldo, hay que añadir un puñado de arroz, una patata pelado y partida por la mitad o un trozo de calabaza o pan duro, que absorba la sal. El mismo efecto hace un vaso de gaseosa.

Si el guiso tiene poco caldo, la solución es recurrir a un trozo de pan duro y un chorro de agua.

Si lo que nos han quedado salado son verduras cocidas, lo mejor es ponerlas debajo del grifo, lavarlas bien y ponerlas de nuevo a cocer en diferente agua.

En el caso de una crema muy salada, se puede añadir un chorro de nata líquida, leche, queso cremoso suave o azúcar moreno. También se pueden añadir verduras dulces como la patata, la zanahoria o la calabaza.

Si lo que nos ha quedado salado es un arroz, agregando zumo de limón se corrige la excesiva salinidad.

Cuando es una ensalada lo que nos ha quedado muy salada, se puede añadir miel, azúcar moreno, vinagre de Módena o mermelada.

Y finalmente, en el caso de aliños y vinagretas, el truco es usar hierbas aromáticas, miel o zumo de naranja.

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