A Coruña

El acusado de matar a un hombre en Ordes en 2016 se declara inocente, pero admite una pelea "a puñetazos" con la víctima

Según el escrito de acusación, el procesado clavó un arma blanca, "una navaja o puñal", de máximo nueve centímetros de largo en el cuello de la víctima, causándole la muerte, en la calle Compostela de la localidad coruñesa.

El acusado J.E.V.T. reconoció, ante el jurado popular, que los dos mantuvieron una pelea y que se dieron "puñetazos" pero que, al darse cuenta de que había una persona "mirando", decidieron irse. "Cada uno se fue por su lado", relató el hombre, que señaló que la víctima le golpeó la nariz.

En su declaración, el procesado defendió que se fue en coche a Santiago, donde residía. Admitió que al enterarse de la muerte de A.P. se sintió "asustado" y que se planteó acudir a la Guardia Civil pero que tuvo "miedo". Añadió que se fue a Madrid por vacaciones y para intentar encontrar trabajo y una vez allí compró un billete a Colombia para hacer un curso y ver a su familia.

La fiscal explicó al jurado que cree "cierto" que hubo una pelea entre ambos, pero afirma que el procesado no se fue a Santiago, sino que "persiguió" a la víctima y le asestó una "puñalada mortal en el cuello". El fallecido, afirmó, "no tuvo la posibilidad de defenderse, ni capacidad para reaccionar" por eso, dijo, pide para él asesinato con alevosía.

La abogada de la pareja y la hija de la víctima, Mari Carmen Souto, y el de la madre, Manuel Astray, están de acuerdo en la consideración de asesinato y en la petición de 20 años de prisión. Este último abundó en que el ataque fue "a traición y por la espalda" en una calle sin alumbrado público ni testigos.

DIFERENTES CAMINOS

La abogada de la defensa apuntó que de la riña que mantuvieron ambos no resultó "ninguna lesión grave" y añadió que el ADN encontrado en el pantalón del procesado se debe a la pelea. Destacó que los dos se fueron del lugar "por diferentes caminos" y que no se ha encontrado el arma que causó la muerte de la víctima.

El juez ha descartado suspender el juicio por la cuarentena por coronavirus de tres testigos, tal como solicitaba uno de los abogados de la acusación, que pedía aplazar la última jornada desde el miércoles día 30 al lunes día 5 de octubre.

La defensa, la fiscal y la otra acusación particular, así como el magistrado, consideran los testimonios de la madre y dos hermanos de la víctima "no esenciales" por lo que no acudirán al juicio.