Aumenta el porcentaje de mujeres que prefiere apostar por las dos ruedas

La nueva movilidad pasa por vehículos como las motocicletas, los ciclomotores y los de movilidad personal. Y, si son eléctricos, mucho más que mejor. Esta realidad no ha pasado desapercibida para los conductores y, sobre todo, a las mujeres, que cada día apuestan más por los vehículos de dos ruedas.

El perfil del motorista español sigue estando en una media de entre 44 y 48 años y sigue siendo principalmente hombre, pero los porcentajes entre estos y las mujeres que se suben a una moto ha ido variando, pese a que todavía representan solo el 16% de los motoristas españoles. 

Según un informe de Anesdor, las provincias donde ellas tienen una mayor presencia en el mundo de las dos ruedas son Gerona, Guipúzcoa, Cádiz y Baleares. En concreto, Barcelona es la ciudad con más moteras de España: una cuarta parte de las motos las llevan conductoras.

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Otros municipios donde cada vez es más habitual ver a una mujer manejando uno de estos vehículos son Gerona, San Sebastión, Mijas, Fuengirola, Hospitalet del Llobregat y Cádiz. En todas estas localidades, ellas representan más de un 20% de los conductores de motos, scooters y ciclomotores. 

Qué factores influyen

Según Anesdor, uno de los factores que han influido en que las mujeres se interesen cada vez más por las motos y ciclomotores es, más allá de la nueva movilidad, el hecho de los nuevos modelos se fabrican con materiales más ligeros. También los nuevos diseños y la comodidad en la conducción son fuertes reclamos. 

Por otro lado, también influye la cultura local: si hay una gran tradición motera o si, al ser una ciudad grande, es habitual el desplazamiento en moto especialmente entre la gente joven, es más fácil que ellas acaben desarrollando un mayor interés por las dos ruedas.

Y por último, no se puede dejar de tener en cuenta que en otro tipo de vehículos, como los turismos, las mujeres representan el 28% de los conductores declarados, por lo que tampoco alcanzan ni siquiera la mitad del total.