Afasia, el trastorno del lenguaje que afecta a millones de personas

Aunque el término “afasia” todavía es desconocido, cada año, afecta a seis millones de personas y se estima que esto irá en aumento en los próximos años. Hasta un 32% más, según indica Heris. Por eso, ahora más que nunca, es necesario conocer qué es la afasia y cuáles son sus consecuencias.

El libro El lenguaje de George Yule trata con gran claridad el tema de la afasia. La define como “una disfunción del lenguaje causada por una lesión cerebral localizada, que conlleva normalmente dificultades para entender y/o producir formas lingüísticas”. Pero ¿qué es lo que provoca que esta disfunción aparezca?

Las causas 

La causa más frecuente de la afasia, según Yule, es el infarto cerebral. De hecho, Heris apunta que, basándose en varios estudios, la afasia afecta hasta a un 70% de las personas que han sido diagnosticadas con un ictus. Por lo tanto, hay una clara relación entre el infarto cerebral y la manifestación de la afasia. 

No obstante, los traumatismos en la cabeza debido a accidentes también pueden ser otra de las causas de la afasia. En estos casos, dependiendo del tipo de golpe que el paciente haya recibido, los efectos de la afasia pueden ser leves o graves. Es por eso por lo que Yule diferencia entre 3 tipos de afasia.

Afasia de Wernicke

La afasia de Wernicke es la más común, según afirma el Instituto Nacional de la Sordera y Otros Trastornos de la Comunicación (NIDCD). En ocasiones, también se la conoce como “afasia sensorial” y el daño se produce en el lóbulo temporal del cerebro. La persona que sufre esta afasia le cuesta entender el lenguaje, pues presenta dificultades de comprensión auditiva. 

Por lo tanto, el paciente hace cambios en las palabras y, a veces, tiene dificultades para encontrar las palabras adecuadas. A pesar de esto, no suele ser consciente de estos errores que están cometiendo al hablar.

Afasia de Broca

La afasia de Broca es bastante grave y también se conoce como “afasia motora”. La persona diagnosticada presenta dificultades al hablar, su discurso se ralentiza, hace pausas muy largas y no se conjugan los verbos. 

Un ejemplo de afasia de Broca sería “Yo beber café primero desayuno”. En este caso, la lesión se localiza en el lóbulo frontal del cerebro y, según el NIDCD, también suelen presentar “debilidad o parálisis del brazo y la pierna derecha”.

Afasia de conducción

Finalmente, estaría la afasia de conducción en la que es posible que el paciente pronuncie de manera incorrecta alguna palabra, haga pausas o hable de forma entrecortada. Además, le cuesta repetir una palabra o frase que haya dicho otra persona, lo que es muy curioso. 

La lesión que provoca esta afasia se localiza en la sustancia blanca subyacente al lóbulo parietal. Por lo tanto, en este tipo de afasia lo más significativo es que la persona es incapaz de reproducir lo que se le dice, ya que puede oír y comprender lo que se le dice perfectamente, pero no repetirlo.

¿Es posible recuperarse?

La verdad es que a medida que la persona se recupera de su lesión se comienzan a ver mejoras. Sin embargo, es posible que aún pasados los primeros meses la afasia siga estando presente en su forma inicial. Cuando esto es así, la terapia del habla funciona bien para que recupere su habilidad de comunicarse.

Actualmente, la tecnología ofrece herramientas que facilitan tanto el diagnóstico como el posterior tratamiento de las personas con afasia. Una disfunción del lenguaje desconocida para la sociedad, pero que afecta a millones de personas.