Ridley Scott: "Toda la tecnología y las armas de EE UU y la CIA no sirven para nada"
- 20minutos entrevistó al director en París.
- Scott presentaba su última película, 'Red de mentiras'.
- 'Alien', 'Blade Runner', 'American Gangster'... ¿cuál es tu favorita?
Para empezar, quería hacer una película fiel a la novela original de David Ignatius, publicada el año pasado. No quería hablar de los objetivos de los terroristas o de los gobiernos que pretenden combatirlo, sino de todo el proceso que rodea a esta guerra sucia. Quería contar la vida que llevan las personas a las que rodea todo lo ocurrido.
Esa no es la cuestión de la película, sino la paradoja de que cada vez se dedican más medios, más tecnología y más dinero a esta guerra, pero no se obtienen resultados visibles. Hay cientos de radares y satélites vigilando Irak, Jordania, Israel o Afganistán, pero el terrorismo está más activo que nunca. El gobierno de los Estados Unidos y la
Aunque los ingleses y los americanos hablamos la misma lengua, hay muchas diferencias. Lo mismo pasa con el resto de Europa. La forma de ver las cosas es muy diferente en ambos continentes. Vivo en Los Angeles y la realidad se percibe de forma totalmente distinta que en Londres o París. La forma de proponer, afrontar o incluso comunicar las noticias es radicalmente opuesta. Basta encender la televisión y ver los canales de cada país: parece que no hablan de los mismos temas. Por lo tanto, es lógico que también los políticos actuen de maneras opuestas. Lo que más me sorprende es que no haya habido más problemas, más choques, desde la II Guerra Mundial. Los atentados del 11-S dieron una imagen falsa de cohesión, de que se podría dar una respuesta única al reto de los terroristas, y los políticos fueron los primeros en caer en esa trampa. Un Obama presidente supondrá un cambio en esa actitud, básicamente porque transmite la idea de que a Estados Unidos vuelve a importarle lo que piensa el resto del mundo.
Leo es muy consciente de quién es y de lo que significa en el mundo. Fue muy fácil trabajar con él: al igual que
De saberlo no sería director de cine, sino político. Espero que Obama sea capaz de solucionarlo. No podemos hablar de una guerra en Irak, sino de una mezcla de guerras que no se arreglarán en semanas o meses, sino que requerirán años. Cuando rodé
Russell es un actor muy inteligente, muy práctico. En
Es una mezcla de ambos. Es como cuando ruedas una película de policías o de periodistas: no sólo muestras su vida profesional, la acción que conlleva su trabajo, sino también su vida personal, sus inquietudes y todo lo que les rodea. Lo mismo pasa con esta película: además del libro de Ignatius, hablé con gente de la CIA y me contaron lo que implica su trabajo. En una primera mirada la película cuenta cómo se acercan a sus objetivos y las acciones que toman contra ellos, pero también me interesaba las decisiones y dificultades que tienen que pasar. Y no sólo eso: tienen que seducir y engañar a mucha gente, a muchos testigos, y también había que hablar de ellos.
Te aportan nuevas ideas constantemente. Algunos de ellos llevan treinta años en su trabajo, y tenían mucha mierda que contar.
No sé cómo hacerlo. Para empezar, ambas partes deberían dejar de joderse. Esto no es un partido de fútbol en el que dos equipos se enfrentan y queda un único vencedor. Hay muertos, destrucción, hambre, miseria. Es un desastre.
En absoluto. Es la cuarta película que ruedo en Marruecos: antes hice