Sevilla

Memoria.-Espadas, Del Pozo y Villalobos firman "un gran paso" para eliminar la "vergüenza" de Pico Reja

Patricia del Pozo, Juan Espadas y Fernando Rodríguez Villalobos
DIPUTACIÓN DE SEVILLA

El acuerdo recoge la aportación mayoritaria del Ayuntamiento, con 680.000 euros, así como 265.000 euros de la Junta de Andalucía y otros 265.000 euros de la Diputación. En total, son casi 1,2 millones de euros para unos trabajos que se desarrollarán en cuatro anualidades -tres años y otro más de prórroga- y que ya han arrancado en la zona. De hecho, se prevé que en febrero pueda comenzar ya la exhumación de los cuerpos, entre los que, según diversos historiadores podría estar el de Blas Infante.

En este marco, Espadas ha mostrado su satisfacción por el compromiso cumplido con las familias y por poder concluir un proceso que "cierra una profunda herida" en la población sevillana ante los "lamentables" sucesos de la "injusta y cruel" guerra civil y de la posguerra.

Recuerda que, además de los asesinatos, se imponía la "represión moral" de las familias al no saber donde se encontraban los restos de sus seres queridos, siendo ejemplo de ello Pico Reja, una de los lugares "identificados de vergüenza" y que cuenta supone una de las fosas comunes de mayor volumen y tamaño del país, con más de 1.000 personas y 671 metros cuadrados. Así, aboga por recuperar la memoria y dignificar a las víctimas para "cerrar esta tremenda herida".

Para Espadas, "Sevilla tuvo unas especiales circunstancias al contar con un mayor volumen de casos y de mayor crueldad recibida, lo que provoca que la responsabilidad en este aspecto para abordar el asunto sea también mayor". Así, destaca la "seriedad y rigurosidad" del trabajo emprendido y que ya ha iniciado su primera fase. "Lo que está encima de la mesa son las bases de la democracia, donde la memoria y no el olvido es lo más importante para que no vuelva a pasar", sentencia.

De su lado, Del Pozo ha afirmado que "por fin ha llegado el día de empezar a trabajar para dar consuelo a muchas familias que no han podido dar sepultura digna a sus familiares". "La prioridad para la Junta es dar atención a todos los que quieren encontrar y enterrar a sus seres queridos, como punto de encuentro y concordia entre todos", ha dicho.

Tras pedir que el tema no se use como "elemento de confrontación o conflicto", algo en lo que ha coincidido Espadas, la consejera destaca el "logro importante" para la sociedad andaluza y española que supone este convenio, "fruto del consenso entre Administraciones, que "atiende a las víctimas y familiares y trata de reparar el dolor acumulado".

"La cercanía con las víctimas ha de imponerse para reparar el dolor y el sufrimiento de muchas generaciones", incide, tras añadir que desde Cultura se coordinará el proceso de exhumación y la adecuación a la normativa de los trabajos.

"UN PROYECTO COLECTIVO PARA HONRAR A VÍCTIMAS Y DIFUNDIR"

En la misma línea, Villalobos ha recordado que, entre las más de mil personas asesinadas que guarda la fosa de Pico Reja, "hay muchas que provenían de los pueblos", por lo que ha destacado el apoyo de la Diputación a los ayuntamientos para dar un "gran paso como sociedad" en respuesta al "derecho de los andaluces, de los sevillanos de la capital y de la provincia, a conocer la verdad de los hechos y, a la vez, proteger, conservar y difundir la memoria democrática de esta tierra".

Villalobos considera que este acuerdo refleja "lo que somos como sociedad, como proyecto colectivo", ya que tres instituciones, de distinto color político, se han unido "para honrar la memoria de 1.103 personas y de sus familiares".

"El Ayuntamiento como actor principal y directo en la responsabilidad de recuperar la memoria de Pico Reja, la Junta, dando cumplimiento a la Ley de Memoria Histórica y Democrática de Andalucía y la Diputación, en apoyo a un consistorio, se unen para honrar a los represaliados y a sus familias", recalca, tras recordar que el Estado también fijó su colaboración en este asunto. LA INTERVENCIÓN

El proyecto, cuya ejecución fue adjudicada a la empresa vasca Aranzadi, se desplegará a lo largo de cuatro años en tres fases con el objetivo de exhumar a las 1.103 personas que, según los investigadores, podrían encontrarse en la zona. De hecho, entre julio y finales de agosto del 1936, se datan en Pico Reja 253 partidas registradas, 75 sin registrar y 775 cuerpos con partidas en blanco.

La primera fase de actuación atañe a la exhumación en sí y la identificación de los cuerpos, con trabajos que incluyen la excavación arqueológica; intervención sobre los restos encontrados, con la excavación y la identificación directa e individualizada de estos cuerpos determinarán si son o no represaliados; exhumación, con identificación, registro de huellas sobre violencia y extracción individual de cada cuerpo o resto; antropología forense, fijando sexo, edad, patologías o anomalías; análisis antropológico de manera en laboratorio; y conservación y protección para preservar estos restos óseos y análisis de AND.

A continuación, la segunda fase de intervención consistirá en la realización de un informe final como lógica contribución a la historia de la represión franquista, mientras que la última fase será el destino final de los restos.

Con respecto a los cuerpos que efectivamente hayan sido identificados se respetará en todo momento el deseo de las familias. Sobre los restos no identificados y/o que los familiares expresen el deseo de permanecer en el mismo lugar, se inhumarán en un espacio autorizado con indicaciones técnicas adecuadas para identificaciones en un futuro.

Tras finalizar los trabajos, se repondrá el espacio como lugar expositivo y explicativo del significado histórico de esta fosa. La adjudicataria, asimismo, deberá presentar una propuesta para la reconstrucción del enclave actual que incluya un columbario de homenaje a las víctimas.