Los seis remedios infalibles para evitar las agujetas después de hacer ejercicio

  • A las 48 horas pueden alcanzar su máxima intensidad y el dolor empieza a mitigarse a partir del cuarto día.
Mujer en el gimnasio
Mujer en el gimnasio.
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Mujer en el gimnasio

Las agujetas son un dolor muscular que se produce en una parte específica de nuestro cuerpo (piernas, brazos, espalda…) que pueden llegar a limitar el movimiento si son demasiado dolorosas. Por lo general, las agujetas son más intensas cuando se inicia la actividad deportiva tras un periodo de inactividad o cuando se trabajan grupos musculares nuevos.

Durante mucho tiempo se ha creído que las agujetas se producían por la cristalización del ácido láctico. Sin embargo, como indica el doctor Francisco José Sarasa Oliván que pertenece a la Unidad de medicina del Deporte Quirón, no deja de ser “un dolor muscular acompañado de inflamación muscular cuyo nombre médico es mialgia diferida”. En inglés se conoce por las siglas DOMS (Dolor Muscular de Origen Retardado).

Las agujetas, como señala Sarasa Olivan, aparecen entre 12 y 24 horas después de haber realizado ejercicio físico. A las 48 horas pueden alcanzar su máxima intensidad y el dolor empieza a mitigarse a partir del cuarto día. Sin embargo, es posible evitar pasar por todo este proceso con algunos métodos que, puestos en práctica, pueden prevenir la aparición de esta molestia muscular.

Formas de evitar la aparición de agujetas

El doctor Francisco José Sarasa Oliván expone una serie de consejos para evitar la aparición de agujetas que pueden prevenir ese dolor intenso que puede llevarnos a abandonar la actividad física por unos días. 

Así, podremos ser constantes en la práctica de este hábito tan recomendable.

  • Calentamiento: antes de realizar cualquier tipo de práctica deportiva es importante correr al trote, caminar durante unos diez minutos y estirar. Esto preparará al cuerpo para “pasar del reposo al movimiento”.
  • Hidratación: los líquidos, en especial el agua, “nos ayudan a reponer los hidratos que gastan nuestros músculos durante el ejercicio físico” para poder prevenir la aparición de agujetas.
  • Intensidad: esta debe ser progresiva. Si comenzamos con una intensidad elevada cuando hemos pasado por un periodo de inactividad, las agujetas serán mucho más intensas y dolorosas. Es mejor empezar de menos a más.
  • Estiramientos: al final de una sesión de ejercicio físico es importante estirar. Así favorecemos que los músculos se relajen y se preparen para la siguiente parte, el descanso.
  • Descansar: es conveniente descansar no solo al menos una vez a la semana de la práctica deportiva, sino entre los propios ejercicios. De hecho, en las tablas que pueden realizar los profesionales de un centro de deportes siempre contemplan estos descansos. Respetarlos es importante para evitar las agujetas.
  • Masajes: las personas que no pueden descansar todo lo que debieran, ya que puede que sean monitores de un gimnasio o se estén preparando para una competición, pueden recurrir a los masajes deportivos. Son muy eficaces.

¿La alimentación puede ayudar?

A excepción de la hidratación, no existe ningún alimento que sea capaz de evitar la aparición de las agujetas. Aunque, según un estudio que se realizó a una serie de atletas, se cree que los arándanos pueden ser un buen alimento para reducir o evitar el dolor muscular. Un consumo moderado antes y después del entrenamiento puede ser beneficioso para prevenir las agujetas.

No obstante, los consejos que ha brindado el doctor Sarasa Oliván son los que más recomiendan los profesionales del deporte, sobre todo, el de adecuar la intensidad y aumentarla a medida que seamos constantes con el ejercicio físico. Solamente así, conseguiremos evitar un dolor agudo que puede hacer que interrumpamos la práctica deportiva durante unos días.

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