De los 26 millones de gafas de sol que se vendieron el año pasado en España, solo un 4’9% se vendió en establecimientos autorizados y tiendas de ópticas.
El resto se vendió a través del top manta, tiendas de souvenirs y mercados ambulantes.
La gafas que se encuentran fuera del canal óptico suelen ser falsas, de baja calidad y sin un mínimo de protección en los cristales.
Esta baja calidad de productos no controlados por oftalmólogos puede acabar afectando la salud ocular de quien compra estos productos.
“Unas gafas de sol con un filtro malo es mucho peor que no llevar gafas, la oscuridad de los cristales hace dilatar la pupila y la hace más vulnerable a la entrada de rayos UV no filtrados si el cristal es malo” explica Guillem Bosch, director general de Vistaoptica.
Uno de los mitos falsos es que en las ópticas las gafas son más caras. Un establecimiento autorizado siempre podrá ofrecer unos precios más competitivos por el volumen de gafas que compra al año.
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