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Técnicos de Hacienda dicen que parte del aceite de Ucrania se saltó los controles

Una de las empresas, situada en Girona, donde se ha detectado aceite contaminado (Foto: Efe).
Robin Townsend / Efe
Los Técnicos del Ministerio de Economía y Hacienda (Gestha ) han denunciado que los controles físicos aduaneros a los que se sometieron las partidas de
mediante escáner, sin efectuar los análisis de laboratorio pertinentes, con el fin de comprobar que no presentaban ningún tipo de irregularidad y que no constituían un peligro para la salud pública.

Desde enero hasta la fecha llegaron a las aduanas españolas
una veintena de partidas de aceite de girasol procedentes de Ucrania, cerca de 53.000 toneladas, de las que sólo una partida pasó "teóricamente" el control físico en Aduanas que exige la ley europea y que debería haber ido más allá de una mera comprobación rápida por escáner, según este colectivo.

La normativa comunitaria somete a control físico obligatorio el 5% de las mercancías para su admisión en una zona franca, de manera que sean reconocidas tangiblemente antes de su paso por la frontera.

El control documental, consistente en la comprobación de los certificados de Sanidad que acompañaban a las mercancías, se realizó sobre el 55% de las partidas (11), mientras que el control automático -sin examen documental aunque dispongan de certificado- se ejecutó sobre un total de 8 despachos, lo que supone el 40% restante de las importaciones de aceite de girasol procedentes de Ucrania desde enero.

Las aduanas por donde entraron las partidas de aceite de girasol procedente de Ucrania durante este cuatrimestre fueron Sevilla, por donde accedieron 13 lotes de este producto, Bilbao, con tres partidas, y las aduanas de Málaga y Barcelona, con dos lotes cada una de ellas.

Las aduanas, auténticos "coladeros"

Los Técnicos de Hacienda denunciaron que los filtros actuales o protocolos de control y seguridad no son suficientes en las aduanas españolas, convirtiéndose a menudo en "coladeros" de mercancías procedentes de terceros países, como ocurrió con los dentífricos y juguetes procedentes de China (el caso Mattel) hace menos de un año, incumpliendo en ambos casos la normativa comunitaria que exige una media del 5% de reconocimientos físicos a la importación.

Gestha lamentó que los controles de las aduanas españolas no hayan funcionado con la "eficacia y agilidad" necesarias para que el aceite de girasol contaminado no saltara al canal de distribución, tal como ha ocurrido en otros países, como Francia, donde los lotes sospechosos fueron paralizados en sus aduanas sin provocar la alarma social, ni el desprestigio de las empresas envasadoras.