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Los hijos de Luke Perry, Sophie y Jack, intentan seguir adelante con sus vidas tras la repentina muerte de su padre

Luke Perry dio su salto a la fama en 1990, tras el inicio de la mítica serie 'Sensación de Vivir' (1990 - 2000). El actor ha fallecido este lunes a los 52 años a causa de un derrame cerebral masivo. En la fotografía, se le ve en un evento en Los Ángeles, en marzo de 2018.
GTRES

Ha pasado más de un mes desde la repentina y prematura muerte de Luke Perry. Sophie y Jack, los dos hijos del actor de Sensación de Vivir, retoman sus vidad. Mientras ella, ha regresado a África para continuar su trabajo como voluntaria, en cambio él se ha enfundado nuevamente la ropa de luchador para subir al ring.

"Me da un poco de miedo dejar mi casa tan pronto, pero hay mucho trabajo que hacer y alguien a quien hacer sentir orgulloso", escribe Sophie de 19 años. En la foto, aparece con una gorra de Andrews Construction, el nombre de la compañía de construcción ficticia de la que Luke Perry, también conocido como Fred Andrews, era el propietario en la serie de televisión Riverdale. "Es correcto que vuelva a hacer lo que empecé, lo mejor que pueda en el tiempo que queda", añade.

La joven está ya de vuelta en Malawi, donde estaba cuando Perry se encontró mal, mientras que su hermano Jack ha retomado sus peleas: "Tal vez nunca volveré a estar realmente listo, pero aquí estoy", escribió en Instagram junto a un vídeo de su retorno victorioso.

Veintiún años, pelo largo y rizado y un disfraz de tarzán: su nombre artístico es Jungle Boy y es una promesa de lucha estadounidense. "Echaré siempre de menos a mi padre, pero agradezco a todos su amor y apoyo".

En resumen, los dos hijos de Luke Perry tratan de recuperar la sonrisa, a pesar de las críticas sobre su estilo de vida por parte de algunos usuarios en las redes: "No pedí esta atención de los medios", se desahogó Sophie en su perfil de Instagram.

"Mi voluntad ciertamente no era terminar en estos focos virtuales. Tengo 18 años y tengo derecho a reírme y seguir viviendo mi vida de la manera más normal posible. No me quedaré en casa llorando solo porque alguien me lo diga en internet. Y también porque mi padre, ciertamente, no hubiera querido esto", concluyó.