Cómo evitar que la osteoporosis rompa tu esqueleto

  • La osteoporosis es una enfermedad crónica y progresiva que afecta a la densidad de nuestros huesos, lo que favorece un mayor riesgo de fracturas.
  • En España no es un problema menor, ya que se estima que hay más de tres millones de afectados.
El brócoli es una gran fuente de calcio.
El brócoli es una gran fuente de calcio.
GTRES
El brócoli es una gran fuente de calcio.

Se la conoce como la enfermedad silenciosa, dado que la pérdida de masa ósea que la caracteriza no provoca síntomas, lo que hace que esté infradiagnosticada e infratratada.

"Como norma general, una persona no siempre sabe que tiene osteoporosis hasta que sus huesos son tan débiles que cualquier fuerza, golpe, o caída causa una fractura o el derrumbe de una vértebra", explica la Dra. Susana Gerechter, especialista en Reumatología del Complejo Hospitalario Ruber Juan Bravo de Madrid, perteneciente al grupo Quirónsalud. Pero no por no hacer ruido es un tema menor.

A nivel mundial se produce una fractura por fragilidad derivada de la osteoporosis cada tres segundos, según datos de la International Osteoporosis Foundation (IOF, en sus siglas en inglés). Unos datos que, en España, equivalen a 330.000 fracturas de este tipo en 2017, apunta la Fundación Hispana de Osteoporosis y Enfermedades Metabólicas Óseas (FHOEMO). Y el problema irá a más con el progresivo envejecimiento de la población, apunta esta experta, que avisa de la importancia de tomar medidas en el ámbito sanitario frente a este problema dado el elevado coste asociado que conllevan.

"Tras una fractura de cadera, el 40% de los pacientes se queda sin caminar sin apoyos, el 33% dependerá de otra persona para realizar las actividades de la vida diaria, y la mitad de estos pacientes (50%) sufrirá otra fractura en el siguiente año. Motivos más que suficientes para que los profesionales trabajemos por evitarlo", ha señalado Gerechter.

Desde luego en su hospital sí que han tomado conciencia de la importancia de estos datos y de la necesidad de tomar medidas al respecto, ya que hace casi dos años pusieron en marcha la Unidad de Prevención Secundaria de fracturas osteoporóticas, coordinadas por reumatólogos y endocrinos, con el objetivo de diagnosticar una posible lesión por osteoporosis y poder abordar el tratamiento.

Desde su creación ya han tratado a más de un centenar de pacientes derivados desde los servicios de Traumatología, Neurocirugía, Rehabilitación, Diagnóstico por la Imagen, Oncología, Ginecología, Unidad del Dolor y Medicina Interna. En todos los casos se realiza una valoración exhaustiva para detectar cuál es el problema que les ha llevado la primera fractura. Desde diabetes, celiaquía, corticoides hipertiroidismo, tratamiento con corticoides o simplemente una osteoporosis postmenopáusica (de hecho esta última la más frecuente) pueden ser valorados y tratados en esta Unidad.

Se analiza el metabolismo óseo de los pacientes mediante densitometría ósea, fórmula, recuento, bioquímica básica, función hepática y renal, perfil óseo, estudio hormonal y marcadores de formación ósea y de resorción. Además, se les pauta tratamiento antiosteoporótico con posterior derivación a rehabilitación, fajas de sujeción y analgesia (Unidad del Dolor).

Un examen a partir de los 50

Las personas mayores de 50 años deberían averiguar si tienen factores de riesgo a través de un sencillo test que consta de 19 preguntas, y corregir los factores modificables con la promoción de hábitos de vida saludable (alimentación rica en calcio, proteínas, vitamina D y ejercicio físico). Con la prevención y el tratamiento adecuados puede reducirse el riesgo de fractura hasta en un 70%.

Compensar la falta de calcio

Dado que casi el 45% de la masa de los huesos está compuesta por calcio, para frenar la disminución de densidad de la masa ósea se recomienda recurrir a fuentes alimenticias que nos proporcionen este mineral. Eso sí, los lácteos no son los únicos alimentos a los que podemos recurrir para conseguir calcio; la col rizada, el brócoli, el repollo chino, el pescado, la soja, el arroz, o el zumo de naranja, son otras grandes fuentes de calcio. Además, para que el calcio pueda ser absorbido por el sistema digestivo, así como para que nuestro sistema óseo pueda metabolizarlo, es fundamental el consumo de vitamina D, a través de pescados grasos como las sardinas o el atún, y el huevo.

Ancianos paseando por la playa.
Ancianos paseando por la playa.

Junto a la alimentación, la actividad física también juega un papel clave. Si bien no puede frenar la velocidad a la que se pierde la masa ósea, sí puede fortalecer y coordinar mejor el sistema muscular, lo que beneficia al esqueleto y previene, en un 25%, las fracturas que podrían provocar sus respectivas caídas.

"Gracias a un abordaje multidisciplinar conseguimos que el paciente mejore de forma importante su calidad de vida y disminuya el riesgo de nuevas fracturas", defiende Gerechter.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento