Casi 300.000 euros de gasto en cafeteras en el avión oficial de Trump

Aunque estos días Estados Unidos ocupa todos los titulares con sus elecciones y los nuevos números de las dos cámaras del Parlamento, nosotros nos quedamos con otra cifra bastante impresionante: el gasto de casi 300.000 euros en cafeteras que acumula el Air Force One -el avión presidencial- en los últimos años.

¿Una nueva excentricidad de Trump y su gusto por los dorados y las cosas caras y, normalmente, bastante horteras? Pues por lo visto esta vez no es culpa del inquilino de la Casa Blanca, sino algo así como una mezcla de burocracia, tecnología un tanto obsoleta y unas cafeteras muy caras y no muy resistentes.

Y es que, pese a que muchos señalan las tazas de café como culpables de un gasto de más de 320.000 dólares, en realidad el problema está en los hervidores que se usan en el avión presidencial para preparar café o calentar otros líquidos. Unos aparatos, por lo visto, nada baratos: 826 dólares cada uno, según reconoce Heather Wilson, secretario de la fuerza aérea de Estados Unidos.

Sólo en lo que va de año -explican los responsables del asunto- ha habido que comprar 25 de estas jarras de café, lo que supone un gastro de más de 32.000 dólares. Según estos mismos datos, desde 2017 se han tenido que comprar casi 400 piezas, lo que eleva la cifra a esos escandalosos 320.000 dólares.

¿Tanto café beben Trump y su equipo volando? Suponemos que sí, pero el problema es que el asa de las cafeteras en cuestión se rompe con bastante facilidad y, a falta de piezas de repuesto, toca comprar una nueva. Y no cuaquier cafetera, sino una que pueda enchufarse a los conectores del avión presidencial y que, por tanto, tenga todos los correspondientes permisos de seguridad y demás, lo que reduce muchísimo la oferta y, claro, eleva el precio.

De todos modos, ahora que ha trascendido la cifra y más de uno se ha asustado por esos cientos de miles de dólares gastados cada año, parece que a alguien se le ha ocurrido que imprimir en 3D las asas rotas para no tener que cambiar de cafetera cada 10 minutos podría ser una buena idea.