Comer fruta fuera de temporada podría ser perjudicial para la salud

Hay que comer frutas y verduras de temporada. Nos lo recuerdan con asiduidad. Es verdad que luego, animales de ciudad casi todos, no sabemos cuál es el momento de cada una. Pero, ¿qué queremos decir con temporada?

Tan sencillo como comer esos frutos que la naturaleza nos da cuando las da. Si bien es cierto que hoy las técnicas aplicadas por la agricultura permiten ir más allá de los tiempos naturales (esa agricultura del plástico y los cultivos hidropónicos), hay varias razones para comer frutas y verduras dentro de su temporada.

Desde el sabor a sus propiedades, pasando por el precio. Hay que comer fruta de temporada por una cuestión de ecología (hay que imaginar cuánto le "cuesta" al planeta que podamos comer naranjas o limones en cualquier momento del año); por economía (si consumimos en temporada apoyamos a los productores locales); y por precio (sí, siempre será más caro comer fresas fuera de temporada... tienen que viajar mucho).

¿Y por salud?

A todo ello ahora habría que sumar ahora una cuestión de salud. Una investigación de la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona sugiere que comer fruta fuera de temporada podría ser malo para la salud. Por ejemplo, han demostrado en ratas que comer cerezas puede alterar el reloj molecular del tejido adiposo si no se hace en su estación.

Es decir, el consumo de una misma variedad de fruta tiene unos efectos sobre la salud diferentes en función de la estacionalidad. Comer fruta modula la funcionalidad del organismo de manera diferente si se come en la época del año que corresponde o fuera de temporada. Los resultados de esta investigación se han publicado en la revista internacional sobre nutrición humana Nutrients y The Journal of Nutritional Biochemistry.

Los mamíferos tenemos un mecanismo llamado reloj molecular que nos permite adaptar el metabolismo de nuestras células en función de la estación del año en la cual nos encontramos. El consumo de cerezas puede alterar el reloj molecular del tejido adiposo en función de si se consume en la época del año que corresponde o fuera de temporada.

Los investigadores del grupo de Nutrigenómica de la URV han observado que la alteración de estos relojes moleculares puede relacionarse directamente con un aumento en el riesgo de sufrir algunos de los trastornos metabólicos asociados con la obesidad y sobrepeso si coinciden a la vez con una dieta poco saludable y con un alto contenido en azúcares y grasas. Es decir, que comer esta fruta fuera de temporada puede incrementar, todavía más, este riesgo.