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La cantante Madonna busca los mejores entrenadores para que su hijo aspire a ser el próximo Cristiano Ronaldo

La cantante Madonna durante un concierto en Canadá.
GTRES

A falta de unos días para que Madonna celebre su 60 cumpleaños, la diva del pop abre las puertas de su casa a la edición italiana de la revista Vogue a la que ha concedido una entrevista que incluye un extenso reportaje fotógrafico.

La fama y la fortuna no le impiden, según relata la cantante, llevar a sus hijos a todos lados para que practiquen sus hobbies. En especial a David Banda, su hijo de 12 años, que podría convertirse en el próximo Cristiano Ronaldo por lo bien que se desenvuelven en el terreno de juego.

Tanto es así que la cantante se mudó a Lisboa a finales del año pasado porque allí están los mejores entrenadores de fútbol. De esta manera, espera que su hijo David pueda avanzar en su carrera deportiva. "Ha querido jugar al fútbol profesional durante años y he tratado de meterlo en las mejores academias pero el nivel en Estados Unidos es menor que en el resto del mundo", relata Madonna, quien adoptó a David en Malawi en 2006.

"Vi su frustración, y también sentí que era un buen momento. Necesitábamos un cambio, y quería salir de Estados Unidos que, como saben, no está en su mejor momento", en alusión al presidente Donald Trump. Pero la política y el deporte no son los únicos motivos que han llevado a Madonna a abandonar su país ya que lleva poco más de un año saliendo con el modelo luso Kevin Sampaio.

"Cualquier mujer que tenga un hijo futbolista podría decir que, de alguna manera, requiere que no tengas vida porque las cosas cambian cada semana y los partidos se modifican de un fin de semana a otros. A veces, están en la ciudad, otras no y nunca se sabe hasta el jueves por la noche donde estarán el próximo sábado y el domingo o si el partido será a las doce o más tarde", explica Madonna que celebra 60 primaveras el próximo 16 de agosto.

"¡Es imposible hacer planes!", comenta la estrella sobre el amor de su hijo David por el fútbol y reconoce que a veces siente que "no es justa" con sus otros hijos.

Pero a pesar de los desafíos de vivir lejos de su hogar en Estados Unidos sus hijos más pequeños se han adaptado bien al cambio. "Aprendieron a hablar portugués a través de la música, la danza y los deportes sin sentarse en un aula a escribir en una pizarra".

Madonna agregó: "Mis hijos son muy abiertos de mente gracias a mi trabajo y a los lugares a los que viajo. Me siento muy orgullosa".

La artista explicó que muchas personas le dicen que querrá "que David sea un jugador de fútbol de éxito, Lourdes una bailarina y Rocco pintor". Pero en realidad, las prioridades de Madonna son que sus hijos sean "seres humanos cariñosos, compasivos y responsables". Eso es todo "lo que quiere".

Lo más importante para ella es que sus hijos traten al resto "con dignidad y respeto, sin importar el color de la piel, la religión o el género". Si luego resultan ser "el próximo Picasso o Cristiano Ronaldo, entonces genial, pero eso solo es la guinda del pastel".