"La mayoría de los padres se equivoca, con buena voluntad, en el exceso de protección física y emocional"

"Los cuatro primeros meses de vida son claves. Un bebé necesita en esa etapa ser amado, ser tocado y ser movido", asegura Iñaki Pastor.
"Los cuatro primeros meses de vida son claves. Un bebé necesita en esa etapa ser amado, ser tocado y ser movido", asegura Iñaki Pastor.
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"Los cuatro primeros meses de vida son claves. Un bebé necesita en esa etapa ser amado, ser tocado y ser movido", asegura Iñaki Pastor.

Abundan los volúmenes centrados en la crianza de nuestros hijos en las librerías. Hay tantos que abruman a los futuros padres que acuden a las letras buscando soporte; tantos que, aunque siempre cueste decir que hay libros que sobran, se puede afirmar que cuesta encontrar el grano entre demasiada paja.

Grano nutritivo es  ¡Ayúdale a despegar! (Editorial Aurum Volatile); un libro nacido del empeño del fisioterapeuta pediátrico Iñaki Pastor, experto en Terapia Manual Pediátrica Integrativa (TMPI), y de la psicóloga Jara Acín y Rivera, especializada en trauma por abandono temprano. Su contenido, sólidamente sostenido por las últimas evidencias científicas, es original al mismo tiempo que útil.

Un libro que ha agotado en tiempo récord su primera edición, con el que verdaderamente se aprende a ayudar a los niños en su desarrollo desde su primer día de vida.

¿Qué lector tenían en mente cuando plantearon este libro?

I.P: Los padres, pero también queríamos que a los profesionales les encantara prescribirlo.

JAyR: Es un libro para leer durante el embarazo, para irte preparando.

Tiene capítulos muy desarrollados y rigurosos, parece incluso recomendable  para profesionales de la salud y la educación.

I.P: Es que no queríamos hacer un manual simple de cuatro frases en letra grande. Nos apetecía que la gente pudiera leerlo a distintos niveles.  Que uno mira solo los consejos o los esquemas, pues vale. Que a uno le interesa mucho un tema, pues tiene la referencia para profundizar. Tener un hijo es una experiencia única y no es posible  volver atrás. Todo lo que puedas aprender al inicio, es tu mejor inversión en el futuro de tus hijos. Merece la pena saber.

El libro arranca sorprendentemente afirmando que los niños son programables, como las computadoras.

I.P: En el cerebro de las personas hay una parte automática y una parte voluntaria, pero si se observa en profundidad, la gran parte de nuestros sistemas funcionan sin intervención voluntaria: cómo funciona nuestro estómago o enfocan nuestros ojos, qué equilibrio tengo... Todos los sistemas automáticos necesitan ser programados, una expresión que viene a decir que los estímulos iniciales pueden hacer que esos sistemas funcionen de una forma o de otra, tanto a nivel físico, emocional, inmunológico, etc.

Los padres estamos muy pendientes de hitos del desarrollo como el primer paso o la primera palabra, pero nos pasan desapercibidos otros muy importantes. ¿A qué deberíamos estar atentos?

I.P: Yo me quedaría siempre con las primeras etapas, que son a las que menos importancia se dan. A veces los padres ponen el foco en el último escalón, como puede ser que hable, que haga bien las cuentas y que lea bien, pero esas funciones se construyen sobre otras más automáticas y antiguas que tienen que estar bien equilibradas.  Los cuatro primeros meses de vida son claves según mi experiencia. Las partes más arcaicas, más profundas del sistema nervioso se están construyendo ahí.  Si fijaba la mirada; si, con dos o tres meses, boca abajo, podía levantar la cabeza y apoyarse en sus codos; si podía girar la cabeza y mover los ojos con libertad; si podía coger las cosas a un lado o a otro por igual... son hitos iniciales que ya te dicen cómo van a ir las cosas. Es un momento que ni el niño, ni probablemente los padres, recordarán. Los progenitores están esperando una edad de interacción, pero la naturaleza se construye por pasos.

¿Qué podemos hacer por nuestros hijos en esa etapa?

JAyR: Lo que necesita un bebé, un niño, es aplastante: contacto consciente, mucho piel con piel para que se sienta sentido y visto. Eso nada más nacer. Y luego una presencia consciente, consistente y disponible.

I.P: Hay un esquema en el libro que me gusta mucho, muy simple. Es el esquema del desarrollo bio-psico-social. Un árbol que tiene tres ramas: la biológica, la psicológica y la de relación con otros, la social. Y tiene una raíz muy clara: el tacto, tocar a los bebé no solo da seguridad afectiva, sino que ayuda al cerebro a conocer los límites de su propio cuerpo; el movimiento, ya desde antes de nacer; y el vínculo, la relación espectacular que el bebé hace con su figura de referencia o de cuidado, que suele ser la madre. Esos tres puntos son los que construyen tanto lo físico como lo emocional. Uno necesita ser tocado, ser amado y ser movido. Un bebé que no es movido va a tener problemas de equilibrio; y las personas con problemas de equilibrio tienen muchos problemas de inseguridad, de tensión nerviosa...

El fisioterapeuta pediátrico Iñaki Pastor y la psicóloga Jara Acín y Rivera, autores de 'Ayúdale a despegar'.
El fisioterapeuta pediátrico Iñaki Pastor y la psicóloga Jara Acín y Rivera, autores de 'Ayúdale a despegar'.

En su libro animan a tocar al niño, a cogerlo, al porteo, pero también a no sobreprotegerlo y establecer límites. Se respira que la crianza respetuosa no está reñida con la firmeza.

JAyR: Mucha gente, en efecto, tiene un lío bastante importante. Hay una corriente ahora de algunas familias que están en ese extremo, que confunden respetar al niño con dejarle decidir cosas, que es el colmo de la falta de respeto por su propio momento madurativo y por lo que necesita el niño, que es un adulto que decida. Ya decidirá cuando sea mayor. Los niños que no tienen límites tienen mucha angustia porque no hay adultos que los contienen y eso es realmente aterrador para ellos.

I.P: Los progenitores podemos equivocarnos en varias direcciones, pero la gran mayoría en nuestra sociedad se equivoca, con buena voluntad además, en el exceso de protección. Tanto en lo físico como en lo emocional. Protegen al niño incluso de los estímulos que necesita como es el movimiento, porque creen que se asusta. Si hay una mínima queja cuando ponen al niño boca abajo estando despierto, que es algo necesario porque necesita desarrollar fuerza en el cuello y la espalda, ya nos retiramos por miedo a cualquier cosa que pueda no gustarle. Y por otro lado, en lo emocional, los psicólogos están advirtiendo del maltrato por exceso de cuidado. Los niños que no han tenido un no respetuoso y con afecto, pero firme, se convierten en niños con una gran inseguridad interior, con mucha dificultad para gestionar la frustración. Si tú no dices no a tus hijos, la vida se lo va a decir, ¿y cómo van a estar preparados esos niños?. Si no gestiona esa frustración con tres años, ¿cómo lo va a hacer con dieciséis?.

Hay mucha fisioterapia en el libro, que normalmente se relaciona con adultos o con niños con graves problemas, ¿cómo puede ayudar un fisioterapeuta a un bebé sano?

I.P:  Como adulto, para tener fisioterapia: ¿necesitas un diagnóstico de daño cerebral? No. Si tienes cualquier molestia, no puedes mover una parte de tu cuerpo, si no puedes hacer el ejercicio físico que te gustaría, tienes derecho a fisioterapia. En los niños parece que, si no tienen un daño grave, no tienen derecho a que alguien estimule su desarrollo, les ayude a moverse mejor, construya bien su lateralidad, su visión o el control de su cuerpo. Son cosas que van a ser su futuro equilibrio, aprendizaje, atención... son muy importantes.

De hecho, apunta a que muchos de los frecuentes episodios de llanto recurrente en recién nacidos podrían solucionarse con una visita a un fisioterapeuta pediátrico.

I.P: Son muchos los niños que nacen con tensiones en el cuello, la cabecita, que no les impiden la movilidad, pero sí les causan molestias; y son muchos de los niños que lloran mucho, que están muy irritados. Nos vienen padres que llevan seis meses sin dormir y, después de un par de sesiones, los niños están descansando muy bien porque por dentro están completamente relajados.  Es importante destacar que la fisioterapia con niños no se corresponde con la de los adultos. En TMPI se desarrolla una metodología de tratamiento manual en la que a veces los niños se duermen tan profundamente que se los tienen que llevar en brazos. Va más allá de ser indolora. A veces sorprende que, siendo tan suave, sea tan eficaz.

Si los cólicos del lactante pueden venir de una molestia física, igual un diagnóstico del trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) también puede ser otra cosa.

JAyR:  Hasta ahora la mayoría de esos diagnósticos se han hecho absolutamente con pinzas . ¿Qué es lo que ha provocado? Pues que al ir al médico, les den metilfenidato. Si tiene efecto, es que habían diagnosticado bien. Y si no tiene efecto, pues se quita. Pero los criterios diagnósticos pueden coincidir al 99% con otros diagnósticos como, por ejemplo, el de estrés postraumático o una desregulación por un trastorno de apego. Y a ese niño no solo le estamos dando anfetaminas, sino que no le estamos dando el tratamiento que necesita. Las cuestiones del desarrollo, del apego y del trauma son muy poco conocidas por los profesionales en general, pueden ser confundidas con otras. Y ya te quedas con eso toda la vida. Diagnosticar personas es muy complicado, por eso recomiendo a los padres acudir a más de un sitio para tener un enfoque distinto.

¿Por qué dedicar un capítulo entero al dolor en un libro de crianza?

I.P:Es uno de mis capítulos favoritos. Es realmente novedoso. ¿Quién no ha experimentado dolor en su vida? ¿Qué progenitor va a poder evitar que sus hijos experimenten un dolor de muelas, por una caída, incluso un dolor más emocional? Si no puedes proteger absolutamente a tu hijo, lo que deberías es ayudarle a encararlo de la mejor forma posible. La neurociencia moderna constata que muchos pacientes con dolor crónico tenían activados moduladores de dolor, factores que influyen en cuánto dolor uno siente, que estaban en relación con su infancia, con las enfermedades que se habían vivido en la familia, con cómo sus padres han hablado del dolor y de los problemas.

¿Qué debemos hacer entonces para ayudarles?

I.P: Cuando un niño se cae... ¿Gritas? ¿Intentas calmarlo de manera desproporcionada? Es mejor ayudar al niño a identificar que ese dolor es también una experiencia de protección. El dolor es uno de los sistemas protectores más evolucionados que tenemos, es la forma que el cuerpo tiene de decirte no te muevas, espera un poco que lo estamos recuperando. Los padres tenemos una oportunidad espectacular. Tenemos que ver el dolor, no como un problema, sino como una reacción de ayuda; y explicar a los niños que es inevitable, que es como nuestro cuerpo nos intenta proteger y para que funcione tiene que ser desagradable o no funcionaría. Es como cuando en un edificio suena la alarma de incendios, es muy molesto, pero es que si hay un incendio y suena Mozart la gente no va a salir corriendo.

Queda claro leyendo su ensayo que somos un todo,que no podemos descuidar ningún aspecto del desarrollo del niño.

I.P:  La gente no es consciente de hasta que punto. Y quién debería serlo, como los profesionales de la educación, empiezan ahora a intuir que los niños que tienen ciertas dificultades de aprendizaje también coincide que tienen dificultades de movimiento.  No es que siempre sea así, pero hay serias correspondencias. En los años 80 unos médicos argentinos hicieron una investigación espectacular con miles de niños con dificultad en la lectura y de forma contundente se vio que una gran parte también tenían problemas de equilibrio. Hay publicaciones recientes muy interesantes sobre disfunciones vestibulares y dificultad para cálculos matemáticos o lectoescritura. Es muy conocida la relación del sistema vestibular con los ojos y los optometristas también son cada vez más conscientes y abordan a los niños con dificultades visuales desde una perspectiva de estimulación del equilibrio. Es una evidencia cada vez más fuerte a nivel científico, pero quizá la sociedad va con retraso y es normal, porque alguien se lo tiene que decir. Y libros como éste tienen ese objetivo.

Pero también transmiten que nunca es tarde para reparar vínculos, para estimular al niño.

JAyR:  Toda esa experiencia faltante que tiene tanto sentido y que ahora podemos explicar de una manera científica, antes no se tenía en cuenta. Esta experiencia hay que repararla. Y es posible repararla.

I.P: Todo en el cerebro, cuanto más tarde empieza, más difícil es. Aprender a tocar un instrumento musical, aprender otro idioma, aprender a moverte mejor, a oír mejor o a ver mejor. Cualquier cosa que tenga que ver con el cerebro responde a unas claves de tiempo. Hay un momento en que el cerebro es tremendamente plástico, aunque siempre lo será, y hay que intentar hacer las cosas lo antes posible. Eso no significa que tengamos límites.

De hecho hablan de situaciones que lo dificultan como un nacimiento prematuro o la adopción.

JAyR:  En las adopciones, al minuto uno se supone que tienes que querer muchísimo al niño y él a ti; tenéis que ser ya una familia feliz, como el que encaja un puzle. Pero creo que las familias adoptantes tienen un buen soporte con las asociaciones, funcionan bien. De los niños y niñas prematuros se habla poco porque esas semanas son tan duras, que cuando el niño está bien están deseando ir a su casa y olvidarlo todo. Es la negación máxima, pero tienen un poquito más de atención. De lo que se habla mucho menos es de lo dura que es una pérdida gestacional previa, algo muy frecuente con cero visibilidad social y cero acompañamiento emocional. La gente te dice, "anda, no pasa nada, que estabas de muy poquito. Ya verás cómo pronto te quedas embarazada otra vez". Ahora hablamos mucho de violencia obstétrica, pero este tipo de violencia respecto a los duelos es horrible. Hay un tanto por ciento elevadísimo de personas a las que les ha pasado, la sociedad lo niega y parece que si tú también lo haces, estás en línea.

¿Sería importante salir del armario y compartir estas experiencias no tan positivas?

JAyR: Totalmente.

¿Leer sobre ese tema durante el embarazo no puede resultar doloroso? Es un momento en el que solo quieres pensar en que todo va a ir bien.

JAyR:Que cada uno lea lo que pueda digerir en cada momento, eso es sagrado. Entiendo que pueda ser difícil, por eso está el índice explicado y por eso esos temas están al final del libro. Cada capítulo se puede leer suelto, aunque haya un hilo conductor.

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