Internacional

Japón pierde la votación que le permitiría cazar el doble de ballenas

Rorcual norteño
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La Comisión Ballenera Internacional (CBI) rechazó el martes el plan japonés de aumentar las capturas de ballenas con "fines científicos", tras subrayar que ese programa abre las puertas para la comercialización de ese animal, ya prohibida en 1986.

La CBI abrió el lunes, en Ulsan, en el sureste de Corea del Sur, su 57 asamblea plenaria anual, en la que ese plan japonés ha centrado toda la atención y las críticas.
Japón quería aumentar su cuota de caza de ballenas minke de 400, a 850 ejemplares
El Ministerio de Agricultura, Pesca y Bosques de Japón presentó un programa de investigación de científica para los próximos seis años con la
intención de que ese país pudiera doblar su cuota anual de capturas de ballenas minke, hasta elevar los 400 ejemplares actuales a 850 animales.

El plan también incluía la ampliación de la caza a otras dos
especies, como la ballena jorobada, o yubarta, y la rorcual común, punto calificado de "monstruoso" por grupos proteccionistas.

A fin de asegurarse más apoyo en la comisión, Japón varió un tanto su propuesta inicial para incluir ciertas limitaciones de cuotas y la presencia de observadores en la caza de ballenas. Sin embargo, el plan nipón
fue rechazado este martes por 29 votos en contra, frente a 23 a favor.


A pesar del varapalo sufrido en Ulsan, Japón insistió en su postura y afirmó que reanudará unilateralmente esa caza si no se saca adelante la revisión del sistema de capturas que defiende.
Los países que mayor oposición muestran a los renovados planes nipones de aumentar sus cuotas de captura de ballenas son Australia, Nueva Zelanda, Gran Bretaña, Estados Unidos y Francia.

La representación nipona criticó a éstos y otros países, a los que acusó de haber puesto obstáculos innecesarios para impedir que se aprobara su propuesta revisión del "régimen de control" de las capturas.

Otro de los argumentos empleados por Japón para pedir a la asamblea la prórroga de su programa científico de capturas es que estaría dispuesto a presentar los resultados de sus investigaciones anualmente al comité científico de la CBI.
La "caza científica" japonesa

El Gobierno japonés se suscribió a la moratoria sobre la caza de ballenas en 1986, pero ya al año siguiente empezó su peculiar programa de investigación, manteniendo unas cifras de capturas denostadas internacionalmente y objeto de las denuncias de grupos ecologistas en todo el mundo.

En 2000, Tokio expandió unilateralmente sus capturas al cachalote y la ballena de Bryde o tropical, en el norte del océano Pacífico.

Según una nota difundida por la organización ecologista
Greenpeace, Japón envió más de 60 representantes a esta asamblea de la CBI en Ulsán con el objetivo de impulsar la aprobación de sus planes de caza con fines científicos.

Greenpeace también
acusó a Tokio de atraer los votos de los países pobres a cambio de promesas económicas.
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