Pacientes con ELA avanzado logran comunicar sentimientos 'a través' del cerebro

  • Esto ha sido posible gracias a un gorro con sensores, una inerfaz-cerebro-máquina que permite a los pacientes responder a las preguntas con "si" o "no".
  • El experimento, llevado a cabo en Alemania, ya ha sido probado en cuatro personas con síndrome de cautiverio o enclaustramiento.
  • Estos lograron responder adecuadamente en más de un 70% de las ocasiones.
Gorro con sensores.
Gorro con sensores.
Pmarkham
Gorro con sensores.

Tiene 68 y lleva conectada a un ventilador y a un tubo de alimentación desde 2007. Padece una enfermedad conocida como esclerosis lateral amiotrófica (ELA) en su fase más avanzada (síndrome de cautiverio o enclaustramiento), lo que le impedía comunicarse con su familia. Sin embargo, gracias a un gorro repleto de sensores ha podido trasmitir sus impresiones a sus seres queridos.

Esta es una de las cuatro personas que se han visto beneficiada por la creación de una inerfaz-cerebro-máquina que les permite responder a preguntas que les formulan sus médicos o familiares. En los casos más extremos del síndrome se produce una oftalmoplejia que impide el movimiento voluntario de los ojos, no pueden abrirlos ni cerrarlos, por ello el hecho de conocer sus impresiones por este método se quedaba obsoleto.

Este experimento se ha llevado a cabo en la Universidad de Tübingen, en Alemania, donde los investigadores estaban utilizando las ondas cerebrales para intentar comunicarse con los pacientes afectados. La única manera de comunicarse con ellos es leer directamente lo que pasa por su cerebro.

Así, los cascos con sensores colocados sobre la cabeza registran las diferentes señales cerebrales y una serie de algoritmos las relaciona con acciones o pensamientos. Cuando los pacientes tienen puesto el gorro se puede interpretar su "si" o "no" gracias al registro de la actividad cerebral. El gorro registra los cambios en el flujo sanguíneo en áreas del lóbulo frontal del cerebro y esto permite conocer las respuestas.

Tras varias sesiones de entrenamiento, todos los pacientes lograron responder adecuadamente en más de un 70% de las ocasiones, según el estudio publicado en Plos Biology. Por ejemplo, una de las preguntas realizadas fue si Berlín era la capital de Alemania (respondieron sí) o de Francia (respondieron no).

Además, en una de las cuestiones, los cuatro manifestaron estar felices pese a su estado de inmovilidad. "Los familiares de los cuatro pacientes experimentaron un alivio sustancial y continúan utilizando el sistema", informó el equipo de investigadores dirigido por Niels Birbaumer, que ha llevado a cabo el estudio. "Al principio nos sorprendieron las respuestas positivas sobre su calidad de vida", dijo Birbaumer en un comunicado.

"Hemos visto que los cuatro pacientes que probamos fueron capaces de responder a las preguntas personales que les pidió, usando solo sus pensamientos. Si somos capaces de replicar este estudio en más pacientes, creo que podríamos restablecer la comunicación útil en pacientes completamente bloqueados, con enfermedades en las neuronas motoras".

La ELA no tiene cura y que progresa rápidamente o lentamente, según el caso, pero el índice de muertes es muy alto. Y, aunque puede sobrevivir durante años en los ventiladores y tubos de alimentación hay una fuerte evidencia de que el cerebro es el último órgano en ser afectado. Este estudio ha confirmado que los pacientes, a pesar de estar inmóviles, aún pueden escuchar y pensar.

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