La distancia de seguridad, una obligación y un seguro

  • Permite reaccionar con tiempo al conductor y poder frenar ante un peligro sin riesgo de colisión.
  • No conservar la distancia de seguridad puede implicar una multa, la retirada de tres puntos del permiso de conducir y un accidente.
  • NUEVO ESPECIAL: Seguridad Vial.
Varios coches circulan sin llevar suficiente distancia de seguridad.
Varios coches circulan sin llevar suficiente distancia de seguridad.
EUROPA PRESS
Varios coches circulan sin llevar suficiente distancia de seguridad.

Distancia de seguridad es aquella que permite circular con espacio suficiente como para que el conductor pueda reaccionar y frenar ante un peligro sin riesgo de colisión con el vehículo que le precede. El código de circulación exige mantener esta distancia para garantizar la seguridad vial y si no cumples te arriesgas a sufrir un accidente, una multa y la retirada de tres puntos del permiso de conducir. Pero, ¿cómo calcularla?

Cuál es la distancia de seguridad adecuada

Todo depende de la velocidad a la que se circule, de la eficacia del sistema de frenado del coche y de la capacidad de reacción del conductor. Por ejemplo, a 100 km/h un segundo en reaccionar equivale a recorrer 27,7 metros, el equivalente a un campo de baloncesto, mientras que si circulamos a 130 km/h recorreremos 36,1 metros o lo que es lo mismo, lo que ocupan nueve vehículos en línea.

Si a esta capacidad de reacción le añadimos la distancia de frenado el resultado es que el conductor necesitará entre 70 y 80 metros de distancia media para poder detenerse cuando circule a 80 km/h. Estos datos pueden variar en función del estado del conductor –si está cansado, ha bebido, está distraído...-, de la calzada, de los frenos, de la suspensión, de las condiciones climatológicas o de la carga del vehículo. Por este motivo, para mayor seguridad al volante es recomendable ampliar la distancia de seguridad hasta los 100 metros. Para que te hagas una idea, 77,6 metros equivalen a cuatro pistas de pádel.

Obviamente calcular los metros respecto al vehículo que circula delante no es nada fácil y menos aún si estamos en movimiento. El truco está en localizar un punto de referencia fijo, por ejemplo, un árbol, una señal, una farola..., y contar unos 3 o 4 segundos. Nuestra distancia de seguridad será correcta si al terminar de contar no hemos alcanzado dicho punto. Con el asfalto mojado, lluvia o en condiciones malas de visibilidad hay que duplicar esta distancia de seguridad.

La Dirección General de Tráfico también propone la Regla del Cuadrado (PDF pág. 8) para facilitar el cálculo de la distancia de seguridad recomendada en metros. Por ejemplo, si circulamos a 90 km/h, los metros se calculan quitando el 0 al 90 y multiplicando la cifra que queda por sí misma, es decir, 9x9 lo que resulta 81 metros. Como referencia en ciudad a 50 km/h la distancia que hay que dejar es de 25 metros (5x5) y en autopista a 120 km/h de 144 metros (12x12).

Alcances y colisiones múltiples por no guardar la distancia de seguridad

Señal que indica la distancia entre galones

En los tramos de mayor riesgo de accidente por colisión por alcance, desde el año 2011 la DGT ha pintado unas nuevas marcas viales que indican la distancia de seguridad y que se conocen con el nombre de 'galones'. La distancia entre galones dependerá de la velocidad máxima de la vía y siempre el conductor de un turismo deberá dejar dos galones visibles respecto al coche que le precede para asegurarse una distancia de seguridad correcta.

Los alcances y colisiones múltiples son la segunda causa más frecuente de accidentes, tras la colisión lateral y frontolateral. En el último informe de siniestralidad publicado por la DGT, con datos del año 2014, se refleja que hubo 22.371 accidentes por colisión trasera y múltiple, un 24% más que en 2013, con 145 fallecidos, 1017 heridos hospitalizados y 35.615 heridos leves.

No olvides que no guardar la distancia de seguridad adecuada también conlleva otros problemas, como una falta de visibilidad de lo que ocurre delante del vehículo que nos precede y del entorno, nos deja poco margen para reaccionar ante un imprevisto o emergencia y aumenta la fatiga al volante, lo que puede derivar en otros accidentes como colisiones contra objetos, atropellos o salidas de vía.

La tecnología nos puede ayudar a mantener la distancia de seguridad, y alertarnos cuando estamos circulando demasiado cerca del vehículo que está delante de nosotros, ofreciendo sistemas de asistencia a la conducción que calculan esta distancia y avisan al conductor cuando la sobrepasas. Incluso los más sofisticados, con radar y asistencia a la frenada incorporado, reducirán la velocidad o incluso detendrán el vehículo por nosotros.

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