Tesla no da abasto. En sus primeros siete días disponible para reservas, el Model 3 de Tesla tuvo 325.000 solicitudes, o lo que es lo mismo, cerca de 14.000 millones de dólares en pedidos. El coche, por el que sus futuros usuarios han abonado una primera cantidad de 1.000 dólares, tendrá un coste total alrededor de los 35.000 dólares, y no empezará a entregarse hasta finales de 2017 en Estados Unidos y durante 2018 en Europa, aunque la compañía no da una fecha exacta para su introducción en España.
Con la factoría que hasta ahora tenía Tesla en Fremont (California), la compañía tenía una capacidad de fabricación de unas 100.000 unidades al año. El propio Elon Musk, fundador de Tesla, comunicaba a través de las redes sociales un secreto a voces: la empresa iba a tener que hacer algo con su producción si quería tener capacidad para abastecer la inmensa cantidad de pedidos que estaba recibiendo.
Pese a que la compañía estima que de las 325.000 personas que reservaron el vehículo habrá cierto porcentaje que renuncie finalmente a la compra, el propio Musk aseguraba también que tan solo un 5% de las reservas eran de más de un coche, por lo que esperaban un nivel de especulación bajo (gente que comprase varios Tesla para posteriormente revenderlos).
Definitely going to need to rethink production planning...
— Elon Musk (@elonmusk) 1 de abril de 2016
Ante este escenario, la compañía comenzó a finales del pasado 2014 a levantar una fábrica a la que denominan "Gigafactoría". Esta nueva planta, que se espera que alcance su máxima capacidad en 2020, fabricará las baterías de iones de litio que incluyen los modelos de coche de Tesla, que además podrá ser recargada con su Tesla Powerwall, la batería doméstica que comercializa la compañía.
En esta nueva planta de producción, la compañía fundada por Elon Musk aspira a reducir significativamente los costes de fabricación de baterías así como la generación de residuos. Su principal baza: la optimización de recursos que supone aglutinar la mayor parte del proceso de producción bajo un mismo techo, y que además lo esté en una planta alimentada con energías renovables cuyo objetivo es tener un nivel de consumo de energía muy bajo.
Expansión en España

En total, hay 18 puntos de carga (aparte de los Superchargers) en hoteles, restaurantes y centros comerciales, si bien su potencia es menor. Las estaciones más potentes, de 120 kW, pueden recargar la batería de un Tesla por completo en apenas hora y cuarto. Los Destination Chargers, como se llaman los ubicados fuera de los puntos de "súpercarga", tendrán de 11 a 22 kW. En estos últimos, que son los más comunes en Europa, un coche necesitaría cinco horas para cargarse por completo.
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