Tierra Viva

¿Qué implicaciones tiene el Acuerdo de París? ¿Cómo aspira a frenar el cambio climático?

Francois Hollande (2-dcha), junto a la entonces Secretaria Ejecutiva de la UNFCCC Christiana Figueres (izda), el presidente de la Cumbre del Clima, Laurent Fabius (c) y Ban Ki-moon (2-izda), tras el acuerdo alcanzado este 12 de diciembre.
EFE

Pasadas las siete de la tarde del sábado 12 de diciembre delegaciones de 195 países y la UE aprobaron el Acuerdo de París, el primer pacto universal de lucha contra el cambio climático, un fenómeno que se considera la mayor amenaza actual para la humanidad.

Calificado de histórico por su carácter universal, el texto consensuado, de 29 artículos y 31 páginas, es una prueba de capacidad de negociación para poner en común a las naciones del mundo, pese a sus enormes desigualdades y pese a a la enorme diversidad de intereses que concita la obligada batalla por la conservación del planeta.

El acuerdo cuenta con un objetivo clave, limitar el calentamiento a lo que la Tierra puede soportar, pero una ruta demasiado desdibujada que se confía a la voluntariedad de los países a actuar "según sus capacidades". Este texto de preguntas y respuestas busca clarificar qué implica la adopción del Acuerdo del Clima de París.

¿Por qué es importante el cambio climático?

La comunidad científica se ha puesto de acuerdo en que el cambio climático es la principal amenaza del planeta y tiene un origen antropogénico. Es decir, lo causa el ser humano. El planeta tiene una temperatura global media aproximada de 15 grados. Los gases de efecto invernadero, como el CO2 de energías fósiles (gas, carbón y petróleo), están capturando la radiación solar y provocando un calentamiento. La rapidez con la que esto ocurre se está sintiendo ya en la elevación del nivel del mar, en desastres naturales, y en el deshielo de los polos. Así se altera la vida y provoca efectos devastadores, que afectan a todo el mundo, incluida España, aunque a unos países (los situados en el sur global) más que a otros.

¿Qué se ha aprobado en París?

Las 195 países, más la Unión Europea, han aprobado un acuerdo universal para entrar en acción e intentar frenar el cambio climático. Este acuerdo es histórico por el gran volumen de naciones que lo han aprobado, después de dos semanas de intensas negociaciones, en horario de día y noche, en la Cumbre del Clima de París. Tiene dos partes diferenciadas, una que se llama Decisión, cuyo articulado puede cambiarse anualmente, y otra que es el Acuerdo en sí, que vincula a las naciones a su cumplimiento.

¿Será finalmente vinculante?

Laurent Fabius, ministro francés que ha ejercido de presidente de la Cumbre del Clima, no miente cuando dice que se trata de un texto vinculante, porque lo son todos los acuerdos de Naciones Unidas. Sin embargo, los expertos puntualizan que de por sí un acuerdo es un documento, dentro de la escala jurídica, mucho menos vinculante que un protocolo. Este hecho, junto a  otras concesiones como el cambio del verbo shall por el verbo should (el acuerdo recoge que las naciones "deberían reducir las emisiones" en vez de decir que "deberán reducir las emisiones") es lo que ha permitido que finalmente Estados Unidos, segundo emisor de gases de efecto invernadero, se sume al acuerdo. Una mayor exigencia de vinculación habría obligado a la administración Obama a ratificar el texto en el Senado, donde la fuerza de los republicanos lo hubiera tumbado.

¿Cuándo entra en vigor?

El Acuerdo de París, tras ser aprobado este 12 de diciembre, necesitará la firma de un número significante de países para entrar en vigor. Tendrán que sumarse, como mínimo, el 55% de las emisiones globales. Tienen de tiempo desde el 22 de abril de 2016 al 21 de abril de 2017.

¿Qué límite marca al calentamiento?

El acuerdo establece como objetivo que el calentamiento global eleve la temperatura "muy por debajo de los 2 grados" a finales del presente siglo. Como novedad, la inclusión más aplaudida, se pide expresamente a los países realizar esfuerzos para limitar la subida de la temperatura a 1,5 grados respecto a  niveles preindustriales.

¿Es viable este objetivo?

Antes de la cumbre, 186 países enviaron sus respectivos compromisos nacionales para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, que son los principales causantes del calentamiento global. La suma de todas estas intenciones arrojaba un incremento de la temperatura que superaba los 2,7 grados para final de siglo. Si las futuras revisiones de los países no se adecúan a la nueva meta fijada, el acuerdo no habrá alcanzado el que es su principal propósito, no pasar de los dos grados.

¿Cómo es el objetivo a largo plazo?

El texto marca vagamente el camino a seguir hacia la meta del límite de los dos grados. Deja a las naciones la capacidad de decidir cómo reduce sus emisiones. Algunas naciones y sobre todo las ONG y los representantes de la sociedad civil confiaban en que el texto introdujesen herramientas inmediatas para la adopción de un nuevo modelo de desarrollo sostenible con la descarbonización total, cero emisiones cero de gases de invernadero, para final de siglo.

Sin embargo, el acuerdo ha descartado la descarbonización. Tampoco incluye qué porcentaje de emisiones habrá que reducir, ni cita una fecha para poner fin al uso de combustibles fósiles. Esta ha sido la clara victoria de países como Arabia Saudí, cuya economía está fuertemente asociada a estos insumos. Pero es que la estrategia no menciona a las renovables. Está basada en la consecución del freno del calentamiento global gracias eminentemente a un modelo que buscará compensar las emisiones antropogénicas con los avances de la geoingeniería, que investiga en la creación de sumideros artificiales de gases de efecto invernadero.

¿Aumentarán las emisiones después de París?

Sí, durante muchos años. El texto pide que "el pico de emisiones" globales se alcance "lo antes posible", aunque sin citar la fecha, admitiendo que las emisiones globales aumentarán. Los analistas consultados especifican que si bien el texto dice que los países "deberían" reducir emisiones, países como España tenderán a bajarlas (el compromiso español es pasar de 240 millones de toneladas a 210). Eso sí, otros países en vías de desarrollo podrán seguir aumentándolas, aunque por debajo de la empinada tendencia actual. "En India hay 300 millones de habitantes que viven sin electricidad. El mundo acepta que tienen que subir su nivel de vida, pero se le pide que las emisiones suban algo menos de lo inicialmente previsto".

¿Es suficientemente ambicioso?

Los analistas consideran que, tal y como ha quedado redactado, el texto deja demasiado espacio al voluntarismo de las partes, porque para que haya podido ser aprobado por todas las naciones, estipula que cada país realizará esfuerzos "de acuerdo a sus capacidades".

¿Qué mecanismos permite para compensar las emisiones?

El acuerdo, contrariamente a lo que pedían los países bolivarianos, reconoce la validez del comercio de emisiones que permite a las naciones alcanzar sus compromisos de emisión. Europa cuenta con un mercado de estas características, el ETS. China prepara otro en seis de sus regiones, en las que habitan 240 millones de personas. Algunos países querían evitar esta mercantilización, pero no han tenido éxito. El acuerdo de París prevé la creación de un comité que controle que no haya una doble contabilidad a través de estos mercados. También se permite la compensación de emisiones con proyectos como la plantación de bosques, cuyos árboles abosorben CO2.

¿Contempla diferenciación entre países desarrollados y no desarrollados?

El acuerdo recoge el principio de "responsabilidades comunes, pero diferenciadas. Asegura que los países desarrollados tienen que tener más implicación. En acuerdos pasados los países se reconocían según su desarrollo en varios anexos. El acuerdo de París habla exclusivamente de países desarrollados y países en vías de desarrollo. Para los analistas esto "abre un melón" delicado, porque algunos países como México o Arabia Saudí no está muy claro en qué categoría se enmarcan. El quid de la cuestión está en los esfuerzos para el capítulo de la financiación. Se dice en el acuerdo que los países desarrollados harán más esfuerzos.

¿Cómo se financiará?

Está escrito en la Decisión que los países tienen que movilizar 100.000 millones de dólares anuales de aquí a 2020. Además, en 2025 esta cantidad será modificada, al alza, para afrontar los retos venideros. El fondo tiene que tener financiación pública y privada. Una de las grandes polémicas en las negociaciones ha girado en torno a este aspecto, en relación con la cantidad que debería aportar los países emergentes, China, India o Brasil, que son de los países más contaminantes en la actualidad, pero no se consideran países desarrollado. Finalmente, el acuerdo tampoco aquí aporta obligaciones de ninguna cifra en concreto. Es más, para los emergentes se deja que las aportaciones sean voluntarias. Esta ha sido una concesión a China para asegurar el acuerdo. A cambio, China acepta que un comité de arbitraje revise cómo evolucionan sus compromisos en las emisiones.

¿Qué medidas se tienen que tomar antes de 2020?

Los países necesitan presentar documentos finales sobre la inclusión del acuerdo en su legislación nacional, cada cual con la fórmula que le convenga. Además, en 2020 deberán de volver a enviar sus compromisos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, que nunca podrán ser inferiores a los ya presentados. Respecto a la financiación, los países deberán movilizar conjuntamente 100.000 millones de dólares anuales para el cambio climático. Se pide a los científicos del IPCC (panel de expertos en cambio climático de la Naciones Unidas) que elaboren un informe de los impactos del calentamiento global para el año 2018.

¿Se compensarán las pérdidas y daños por cambio climático?

El acuerdo reconoce que los países que sufren los efectos del cambio climático. Estas pérdidas y daños se recogen por primera vez como un artículo propio. El acuerdo considera importante detectar, minimizar y solucionar las pérdidas y daños asociadas a los efectos del cambio climático, incluyendo desastres naturales.

¿Qué cambia de París a Kioto?

Mientras el protocolo de Kioto (1997) solo se centraba en la reducción de gases de efecto invernadero, con objetivos a cumplir a 2012 so pena de sanción por su incumplimiento, a París las naciones han enviado compromisos voluntarios de reducciones sin que se fije ningún mecanismo punitivo por su incumplimiento. París (2015) introduce en el acuerdo la necesidad de adaptarse al cambio climático e incluye un apartado sobre la financiación que requiere va a requerir la lucha efectiva contra el cambio climático.

¿Contarán las emisiones de aviación y transporte marítimo?

Los científicos habían considerado preciso incluir las emisiones de gases provenientes de sectores como la aviación y el transporte marítimo. Juntos emiten tantas toneladas de CO2 y otros compuestos volátiles como Alemania y Reino Unido unidas. La Unión Europea era partidaria de su inclusión, pero finalmente no ha entrado en el texto.

¿Cuándo y cómo se revisará?

El acuerdo ha conseguido que las partes se comprometan a revisar los compromisos adquiridos quinquenalmente. Sin embargo, el primer balance no se producirá hasta el año 2023 y la primera revisión oficial está marcada para el año 2025. Estas fechas son, a juicio de muchos especialistas, tardías. Por ello le piden a las naciones que se comprometan a revisar sus compromisos con el clima antes incluso de 2020.

¿Será transparente?

Los países tendrán que someterse a las mismas revisiones periódicas y deberán cumplimentar formularios sobre la consecución de sus objetivos en relación a reducción de gases y de financiación. En este apartado fue China el país más reticente, porque no admitía ninguna injerencia internacional. Los analistas consideran que esa ha sido su principal concesión, a cambio de no incluir porcentajes obligatorios de reducción post 2050 y de que no se pida que contribuya económicamente al fondo verde como los países desarrollados, pese a que es la nación más contaminante del planeta.

¿Qué opinan del acuerdo del clima los científicos?

El proyecto de texto final reconoce los imperativos de la comunidad científica para abordar el cambio climático. Los tres elementos clave están contenidos en alguna forma: mantener el calentamiento muy por debajo de dos grados, prácticamente alejarse de los combustibles fósiles, y revisar la contribución de cada país cada cinco años por lo que la escala de la altura del desafío. Las reducciones de emisiones prometidas por los países están ahora siendo totalmente insuficiente, pero el acuerdo en su conjunto envía un fuerte mensaje a las empresas, los inversores y los ciudadanos de que la nueva energía es limpia y que los combustibles fósiles pertenecen al pasado. Hay mucho trabajo por delante para que esto suceda.

¿Y las ONG ecologistas?

Para Ecologistas en Acción el acuerdo alcanzado en la cumbre del clima de París es "decepcionante e insuficiente al carecer de herramientas necesarias para luchar con eficacia contra el calentamiento global". Por parte de los verdes europeos, su portavoz en la Cumbre de París, Florent Marcellesi, destacó que el acuerdo "es un punto de inflexión que abre la puerta de la irresponsabilidad climática a la responsabilidad climática". En palabras de Amigos de la Tierra, el Acuerdo de París es "una farsa en la lucha contra el cambio climático". En su comunicado declaran que "el movimiento por la justicia climática es imparable, las negociaciones del clima no son la última parada". Para los pueblos indígenas afectados por el cambio climático,"el acuerdo de París es un tratado de comercio, nada más".