Aunque la lactancia es una etapa plena en la que madre e hijo disfrutan al máximo de su complicidad, la inexperiencia de las mamás primerizas o el actual ritmo de vida pueden ser un freno en el proceso.
La leche materna es el mejor alimento para la mayoría de los bebés. Contiene los nutrientes necesarios para crecer y desarrollarse sano durante los primeros seis meses de vida, además de sustancias que protegen de enfermedades.
Beneficioso para los dos Amamantar al bebé también es beneficioso para la madre, ya que, entre otras cosas, le permite
recuperar rápidamente el peso que tenía antes.
Además, el vínculo especial que se forma entre madre y bebé se traduce en beneficios emocionales para los dos.
Consejos prácticos
- Conviene comenzar a amamantar lo antes posible después del parto y no establecer horarios para las tomas.
- El bebé debe mamar con frecuencia y a demanda, es decir, siempre que lo pida y durante eltiempo que él considere necesario.Ello evitará dolores molestos en la mama y mantendrá un correcto nivel de producción de leche, ya que, cuanto más se amamanta más leche se tiene.
- Es muy importante que el bebé vacíe totalmente un pecho antes de ofrecerle el otro, ya que la leche del final de la toma es más rica en grasa y tiene mayor aporte calórico, lo que le produce sensación de saciedad.Por ello, la siguiente toma siempre comienza por la última mama que se le ofreció.
- Elige la posición que resulte más cómoda para ambos: sentada, acostada… Lo importante es que uno esté enfrente del otro.Se pueden utilizar almohadas que faciliten el apoyo de la espalda y de los brazos.
- La boca del bebé debe estar bien abierta antes del agarre al pecho para que abarque gran parte de la aureola, y así no lastimar el pezón. Si tienes más leche que la que el niño puede mamar usa el sacaleches para un vaciado completo.
- Si las mamas están congestionadas, se puede realizar un masaje en dirección al pezón para ayudar a vaciarlas, o utilizar almohadillas calmantes sobre la mama, calientes antes del amamantamiento y frías después de la toma.
- Para la higiene de los pezones es importante lavarlos sólo con agua y luego secarlos al aire libre o al sol. No uses jabones astringentes ni cremas protectoras si no son necesarias. Evita la humedad utilizando discos absorbentes o protectores del pezón para que se mantengan aireados.
- Utiliza un sujetador que sujete la mama, pero sin comprimirla. Ha de estar confeccionado con fibras naturales, como el algodón.
- La alimentación de la madre debe ser variada y rica en productos naturales. Aumenta la cantidad de líquidos para lograr una buena hidratación y producción láctea.
- Dedica el tiempo necesario al amamantamiento y elige un lugar tranquilo y con luz suave. Debes estar relajada y procurar descansar el máximo tiempo posible.
- No se deben utilizar chupetes ni tetinas hasta que el bebé haya aprendido a mamar correctamente, ni suplementos de alimentación, excepto por prescripción médica.
Complementos que ayudan
- Sacaleches manual. Estimula de forma natural el flujo de leche y permite un control preciso de la succión. La madre puede sentir la misma sensación que en el proceso natural de succión. 34,50 euros.
- Pezoneras. Protegen los pezones doloridos y previenen las molestias y estrías de la lactancia natural. 4 euros.
- Almohadillas. Calman los dolores vinculados a la lactancia y facilitan la alimentación con el pecho. 6 euros.
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